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REUNIÓN EN BEIRUT

El veto libanés al mensaje de Arafat lastra la primera jornada de la cumbre árabe

Los palestinos abandonan temporalmente la reunión, aunque Líbano anuncia que regresarán mañana.- Aznar mantiene un breve encuentro con Mohamed VI

La decisión de la delegación palestina de abandonar hoy la cumbre árabe de Beirut ha puesto contra las cuerdas el plan de paz planteado por Arabia Saudí y que constituía el principal tema de debate en la cita. El detonante de la retirada ha sido la no emisión en directo de un discurso de Arafat desde Ramala. Al final de la tumultuosa sesión, el primer ministro libanés, Rafic Hariri, ha anunciado que la delegación palestina volverá mañana a la mesa de negociaciones.

Al parecer, los palestinos han reconsiderado su posición después de las negociaciones llevadas a cabo por el presidente sirio, Bachar al-Assad, y por el jefe de la diplomacia egipcia, Ahmad Maher.

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Por lo que respecta a la emisión del discurso, Lahud ha dicho que lo mejor era emitir el discurso "en diferido", para evitar posibles interferencias israelíes, aunque la posibilidad de que se repita ante la Cumbre no se ha confirmado.

Sin embargo, un analísta político consultado por este periódico considera que detrás de la no emisión del mensaje de Arafat se encuentra el veto propuesto por Siria y hecho efectivo por las autoridades de Líbano, país anfitrión de la cumbre.

El abandono de la delegación palestina provocó la retirada en cadena de Qatar en solidaridad con Arafat. Arabia Saudí, por su parte, también ha protestado y ha pedido explicaciones, pero no ha abandonado la cumbre tal y como se había informado en un principio. En medio del caos informativo se ha sabido luego que el jefe de la inteligencia saudí, príncipe Nawaf, había sufrido un derrame cerebral durante la cumbre y había sido ingresado en estado crítico en un hospital de Beirut.

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"Iniciativa valiente"

En su discurso, que sólo ha emitido al final la cadena de televisión de Qatar Al Jazeera, Arafat ha dado la bienvenida "en nombre del pueblo palestino y de su dirección" a la "iniciativa clarividente y valiente presentada por el príncipe Abdalá ben Abdelaziz". "Deseamos que se convierta en una iniciativa árabe común, en favor de un paz de los valientes", ha asegurado.

"Nuestro pueblo y nuestra nación basan todavía sus esperanzas en vuestras decisiones. Mantegámonos a la altura de las circunstancias", ha añadido.

La reunión, que ha comenzado sobre las 10.30 en Beirut, se centra en la propuesta de paz presentada oficialmente hoy por el propio heredero saudí, que plantea el reconocimiento árabe de Israel a cambio del retorno de los refugiados y de la retirada total los territorios ocupados desde 1967.

Las expectativas puestas en la cumbre, de la que se esperaba que marcara el inicio del camino hacia la solución del conflicto más largo de la historia moderna, se habían rebajado tras confirmarse que el rais palestino, cautivo del cerco israelí en Ramala, no asistiría a una cumbre árabe por primera vez desde 1969. Otras ausencias destacadas han sido la del presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunciada ya ayer, y la del rey Abdalá de Jordania, que se ha conocido hoy.

En la ceremonia de apertura ante los líderes musulmanes, reunidos en la sala de conferencias del hotel Fenicia, a orillas del mar en la capital libanesa, el primer ministro jordano, Alí Abu Ragheb, ha pedido a Israel que ponga fin a la opresión del pueblo palestino para avanzar en la paz.

Jordania ha cedido la palabra y el testigo de la presidencia de la cumbre al presidente libanés, que ha instado a sus socios árabes a no ceder "a las presiones" que intentan frenar la Intifada "no como contrapartida del fin de la ocupación sino a cambio del fin de la violencia", ha afirmado Lahud.

Encuentro Aznar-Mohamed VI

Por su parte, el presidente de turno de la UE, José María Aznar -el primer líder europeo que interviene ante una cumbre árabe- ha lamentado "profundamente" en su discurso la ausencia de Arafat, el "presidente legítimo" palestino. Además de Aznar, se han desplazado a la capital libanesa el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el mister Pesc, Javier Solana.

El presidente del Gobierno español ha mantenido además un breve encuentro con Mohamed VI de Marruecos, a quien a felicitado por su reciente boda. El encuentro se produce en un momento particularmente complicado en las relaciones hispano-marroquíes, después de varios meses sin embajador marroquí en Madrid.

El encuentro de hoy entre el presidente del Gobierno español y el monarca alauí se produce después de otro breve encuentro que Aznar mantuvo con el Primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi, la semana pasada con motivo de la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo, celebrada en la ciudad mexicana de Monterrey.

Después de Aznar, se ha producido la intervención más esperada, la del príncipe Abdulá Ben Abdelaziz, que ha presentado oficialmente su propuesta de paz, para la que ha pedido el apoyo de "todos los países amigos con el fin de alejar el peligro de una guerra destructiva".

El príncipe, que gobierna de hecho ante la enfermedad del rey Fahd, ha señalado que "la paz reside en la justicia y no en los misiles" y ha prometido "al pueblo israelí que, si su Gobierno abandona la violencia", los árabes no dudarán en aceptar su derecho a la seguridad.

La voz más dura ha sido, como siembre, la siria. Su presidente, Bachar al Asad, ha acusado a Israel de "terrorismo" y ha pedido a los árabes que salven al pueblo palestino de "la matanza y el holocausto".

Asad ha criticado duramente a EE UU, al que ha acusado de "fracasar durante los últimos diez años como patrocinador del proceso de paz" y ha pedido a la UE y a la ONU que desempeñen un papel "más efectivo".

EPA
AP

"Un mensaje de atención a EE UU"

En la lista de los grandes ausentes, destaca el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que ayer anunció que tampoco viajaría a Beirut. La versión oficial es una amenaza de atentado detectada por los servicios secretos, pero en medios diplomáticos se habla de discrepancias con otros países árabes.

Además, a las bajas se ha sumado esta misma mañana el rey Abdalá II de Jordania, que el año pasado fue anfitrión de la cumbre. El rey ha alegado "razones no políticas" sin dar más detalles, pero la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha interpretado estos desplantes como un "mensaje de atención de los amigos de EE UU por el incumplimiento de sus promesas".

Pero no son los únicos. La ausencia de las primeras figuras del mundo árabe -asisten sólo diez jefes de Estado de un total de 22 delegaciones- es especialmente significativa entre los países del Golfo. El rey de Bahrein, Hamad Ben Issa Al-Khalifa, es el único jefe de Estado de la zona que ha acudido a Beirut.

Estos gestos hacen dudar del apoyo global del mundo árabe a la iniciativa saudí de paz, eje de la reunión. De hecho, dos de los líderes más críticos, el presidente iraquí, Sadam Husein, y el líder libio, Muamar Gadafi, no se encuentran en Beirut.

Así, parece que resultará difícil que los líderes y sus representantes logren acordar entre hoy y mañana una postura común sobre la propuesta.

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