La mejor simulación del nacimiento de nuestra galaxia
Caltech demuestra que la Vía Láctea está rodeada de miles de galaxias muertas
Uno de los misterios sobre nuestra galaxia, la Vía Láctea, es por qué estamos tan solos. Hasta ahora, la mayoría de simulaciones sobre cómo nació y evolucionó nuestro hogar en el cosmos apuntaban a que debería haber miles de galaxias pequeñas orbitando en torno a ella. Pero hasta ahora solo se han podido identificar unas treinta de estas galaxias satélites, una escasez que supone un importante problema a la hora de confirmar que las teorías sobre evolución de galaxias en espiral como la nuestra son correctas.
Ahora, un equipo de astrónomos del Instituto Tecnológico de California (Caltech) ha realizado la mayor simulación sobre el nacimiento y la evolución de la Vía Láctea que se ha hecho hasta la fecha. Los investigadores han reconstruido cómo un amasijo de polvo y gas comenzó a aglutinarse gracias a la gravedad hasta que, miles de millones de años después, se formó, la Vía Láctea tal y como es en la actualidad, con sus 100.000 millones de estrellas y sus brazos en espiral. Para ello han hecho falta 2.000 ordenadores conectados en red y 700.000 horas de computación.
Los astrónomos de Caltech resaltan que es completamente normal que la Vía Láctea tenga tan pocas compañeras. Las que faltan, explican los autores del estudio, simplemente han desaparecido. Esto se debe al poder destructivo de las supernovas, explosiones termonucleares que suceden al final de la vida de las estrellas. El modelo desarrollado por Caltech ha considerado los efectos del potente viento que liberan estos estallidos, que pueden ser millones de veces más energéticos que cualquier bomba atómica. Los detalles del trabajo, recién publicados en Astrophysical Journal Letters, muestran que esos vientos desmembraron por completo muchas de las pequeñas galaxias que estaban apareciendo en los límites de la Vía Láctea. Los modelos desarrollados hasta el momento, resaltan los científicos de Caltech, no habían tenido en cuenta este efecto y por eso predecían la existencia de miles de estas galaxias.
“Muchas de estas galaxias enanas que comenzaron a orbitar en torno a la Vía Láctea llevadas por su empuje gravitatorio fueron destrozadas”, explica Andrew Wetzel, físico de Caltech y coautor del estudio. “Por eso ahora vemos que el halo galáctico [la nube poco densa de gas y estrellas viejas que rodea la Vía Láctea] es realmente el cementerio de todas esas galaxias que fueron destruidas”, resalta.
Los investigadores pretenden ahora realizar una reconstrucción aún más precisa de la Vía Láctea que requerirá 20 millones de horas de computación y determinará cuántas galaxias enanas quedan vivas en los confines de la Vía Láctea.
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