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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Estimular la inversión privada para alcanzar el desarrollo

Ayudar a crecer a los países emergentes estimulará las oportunidades de inversión que tienen las empresas de la UE y abrirá nuevos mercados para sus productos

Un trabajador desciende por una escalera de la estación de energía de Kabul, Afganistán.
Un trabajador desciende por una escalera de la estación de energía de Kabul, Afganistán.Banco Mundial
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El desarrollo económico exitoso ha forjado un patrón bien conocido. Para sacar a un país de la pobreza y colocarlo en una senda de crecimiento sostenible requiere trabajar intensamente, crear un sistema de derechos de propiedad sólido y —especialmente— necesita inversión privada.

Este método no es específico para una región o para un pueblo en particular. Tal como el espectacular crecimiento de Asia ha demostrado, es un método transferible entre culturas. Por lo que es una pena que los economistas del desarrollo y las instituciones multilaterales internacionales no estén aplicándolo de forma sistemática en el mundo en desarrollo.

Miles de millones de dólares de ayuda han sido inyectados en los países en desarrollo, pero no ha sido suficiente y los resultados han sido decepcionantes. El Banco Mundial estima que mil millones de personas todavía viven con menos de 1,25 dólares al día, mientras que más de 800 millones no tienen alimento suficiente. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) intentaron aplicar una estrategia mundial para reducir la pobreza, pero no abordan las causas subyacentes.

Al menos sobre el papel, los nuevos ODS, puestos en marcha el año pasado, muestran una mejora. El problema es que las nobles ambiciones vienen con etiquetas con precios muy altos y aún se tiene una brecha de financiación de alrededor de 2,5 miles de millones de dólares, si se quiere alcanzar la totalidad de los 17 objetivos. Esta brecha es, en realidad, un abismo tan grande que no es posible que los gobiernos y contribuyentes con problemas de liquidez, por sí solos, construyan un puente para cruzarlo y superarlo.

Por esta razón, reviste tanta importancia el hecho de que el Parlamento Europeo decidiera recientemente respaldar mi informe, que anima a movilizar el capital privado para luchar contra la pobreza mundial. Por primera vez en la historia del Parlamento, sus miembros reconocieron al sector privado como un socio clave en la creación de riqueza en el mundo en desarrollo. Si se tiene en cuenta que la Unión Europea es uno de los mayores proveedores de ayuda para el desarrollo, la decisión podría ser altamente significativa.

Sin lugar a dudas, ganar una votación, si bien no es nunca algo sencillo, es la parte fácil del asunto. El desafío será traducir las palabras en acciones.

Miles de millones de dólares de ayuda han sido inyectados en los países en desarrollo, pero los resultados han sido decepcionantes

Los primeros signos son alentadores. Marianne Thyssen, comisaria responsable de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral de la UE, quiere trabajar en la implementación del informe para comenzar inmediatamente. Ella ha prometido que la Comisión Europea invertirá más de dos mil millones de euros para apoyar al sector privado en el mundo en desarrollo hasta el año 2020. La señora Thyssen espera que los 4.800 millones en donaciones de la UE vayan a permitir mover al menos 66.000 millones de inversión en África subsahariana, Asia y América Latina por parte de instituciones financieras y empresas privadas.

Si todo el presupuesto de desarrollo de la UE se maximiza de manera similar, podríamos movilizar alrededor de 300 mil millones de euros de capital. Si se gasta en la adquisición de equipos, instalaciones y tecnología provenientes de Europa, podría dar un enorme impulso al lento crecimiento actual de las economías europeas.

Una de las primeras tareas importantes para lograr el impacto deseado será la creación de un entorno en el que pueden florecer las iniciativas privadas. En la actualidad, las micro, pequeñas y medianas empresas representan alrededor del 60% del empleo del mundo en desarrollo. Y, sin embargo, el 70% de estas empresas no recibe ninguna ayuda de las instituciones financieras, a pesar de que la inversión les permitiría crecer y crear empleo.

Hay que empezar a cambiar esto brindando a los países la asistencia técnica y financiera que necesitan para establecer sistemas bancarios y administraciones tributarias que sean fiables. Se debe estimular la adhesión a las normas internacionales de contabilidad. Se debe mejorar la transparencia y se debe eliminar la corrupción. Además, en muchos países se necesita formalizar el sistema de registro de propiedad de tierras y de derechos de propiedad, de manera que las personas individuales y las empresas obtengan patrimonio que se pueda hipotecar con el propósito de solicitar préstamos que se vayan a invertir en sus negocios.

Si todo el presupuesto de desarrollo de la UE se maximiza, podríamos movilizar alrededor de 300 mil millones de euros de capital

El efecto será el incremento del número de proyectos financiables en los puedan invertir tanto las empresas locales como las empresas internacionales. Existe potencial para realizar asociaciones público-privadas en proyectos de energía y telecomunicaciones, en la construcción de pozos y sistemas de riego, en el sector de la construcción, en proyectos de infraestructuras como carreteras, aeropuertos y puertos, en plantas de procesamiento para las industrias agrícolas, y en los sectores de carne, frutas y verduras.

Por supuesto, se deben establecer garantías estrictas. Los inversores privados tendrán que estar de acuerdo con las normas vinculantes que protegen los derechos sociales, ambientales, humanos y de género. Para construir confianza, se deben crear foros a nivel de la UE, en los cuales el sector privado, las ONG, los grupos de reflexión y los gobiernos pueden intercambiar ideas sobre oportunidades de desarrollo.

Ayudar a crecer a los países en desarrollo estimulará las oportunidades de inversión que tienen las empresas de la UE y abrirá nuevos mercados para sus productos. El resultado será un círculo virtuoso de desarrollo que beneficie a todos y que movilice al mundo acercándolo en gran medida al logro de los objetivos ambiciosos que ha adoptado.

Traducción de Rocío L. Barrientos

Nirj Deva es miembro de alto rango del Parlamento Europeo y vicepresidente conservador de la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo.

Copyright: Project Syndicate, 2016

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