_
_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Si esto es una guerra

Hay fórmulas legales que permiten dar cobertura a una respuesta al Estado Islámico

Xavier Vidal-Folch

Lamento el lenguaje frío, pero es preciso mantener la cabeza, el cálculo y la estrategia frías, sobre todo si la sangre está muy caliente.

Si esto es un ataque terrorista, no estamos desprovistos de cobertura. Aplíquese la “cláusula de solidaridad” del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Dicta el artículo 222 que la Unión y sus socios “actuarán conjuntamente con espíritu de solidaridad si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista”, y para ello “movilizará todos los instrumentos de que disponga”, incluidos los “medios militares” adecuados.

Más información
Con Francia
Orgullo parisiense en tiempos oscuros
Viernes 13, terror en París
Fatalismo
Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Seguro que hay muchas maneras de actuar “conjuntamente con espíritu de solidaridad”. La clave es que se identifique la mejor manera de hacerlo, se defina el objetivo, se concreten los medios y se apoye, desde la fuerza de los Veintiocho y no solo desde la complicidad de los ciudadanos, a los franceses.

Esto significa que, más allá de los (imprescindibles) mensajes de solidaridad, los Gobiernos y la Unión deben tomar medidas.

Pero ¿y si esto es más que un ataque terrorista? ¿y si esto, como reitera París, significa que estamos en guerra? Habrá que aclararse si es que nos hacen la guerra, si la hacemos, si la hemos declarado, lo que sea. Todo conlleva matices.

Pero dentro de los matices, lo que parece jurídicamente fuera de duda es que, por lo menos, el Estado Islámico está en guerra con Francia, o más sencillo, la ataca mediante las armas.

Hay cobertura para este caso, —de mayor envergadura que el anterior—: el artículo 5 del Tratado de Washington, que fundó la Alianza Atlántica. Dice: “Las partes convienen en que un ataque armado contra una o varias de ellas (...) se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas” y por tanto todas y cada una deberán responder en comandita con las medidas “necesarias”. Es la “cláusula de defensa común”.

Claro que habrá que apelar a la juridicidad (acuerdo de la ONU, Consejo de Seguridad); a la proporcionalidad; a la reafirmación de la “justa causa” en este caso, de legítima defensa y objetivo claro; a la “recta intención” que incluye una vara igualitaria de medir; al principio del uso de la fuerza como “último recurso”, y a su eficacia. Admitamos que los artículos 222 de Lisboa y 5 de Washington no son la panacea. Que nos indiquen una vía mejor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_