Reese Witherspoon lanza una marca de ‘lifestyle’ sureño

Desde que tenía seis años, Reese Witherspoon quiso ser una cantante de country, como Dolly Parton. Aunque se le cruzó el cine en el camino, la actriz, nacida en 1976 en Nueva Orleans (Luisiana) y criada en Nashville (Tennessee), ha conseguido hacer del orgullo sureño su sello personal. Y ahora ha querido llevarlo un paso más allá.

Siguiendo el ejemplo de otras compañeras de profesión como Gwyneth Paltrow, Jessica Alba o Blake Lively, Witherspoon ha creado una línea de ropa y estilo de vida inspirada en la mujer del sur de EE UU con un objetivo claro: “Para honrar mi pasado y permitir a otros abrazar la belleza, el estilo y el entusiasmo que representa lo que está ocurriendo hoy en el sur”, explicó la actriz de Una rubia muy legal en el lanzamiento de su firma.

De hecho, según cuenta en la revista americana Elle, la idea de la marca se le ocurrió hace unos años en un viaje de trabajo a Memphis en el que se dio cuenta de que su Estado estaba sufriendo una gran transformación. “Sólo veía gente que iba muy a la moda”, dice, gente que podría encontrarse en Nueva York o en Los Ángeles, pero con cierto “sentido regionalista”. La actriz pensó que el estilo de esas ciudades ya estaba siendo utilizado por la mayoría de los diseñadores, pero faltaba alguien que mostrara y trasladara “el estilo sureño”.

Y así creó su marca, a la que ha llamado Draper James; Draper por su abuela, Dorothea Draper, y James por su abuelo, William James Witherspoon. De él aprendió los buenos modales y de ella dice que aprendió sus primeras lecciones de moda, como el poder de un accesorio para cambiar un vestido. “Era alguien que exudaba elegancia”, cuenta Witherspoon en el vídeo de presentación.

Feminidad y fortaleza

Para Witherspoon la feminidad no está reñida con ser una mujer fuerte. Así es la mujer del sur, así se ve ella y así entiende a la mujer de hoy en todo el mundo. Por eso, en su primera colección, ha primado los vestidos y las faldas estrechas, los estampados de flores (en concreto, la magnolia, como un símbolo de la marca), los lunares y los colores pastel, que ha puesto a la venta a precios algo más económicos que sus competidoras actrices. Van de los poco más de 50 euros de una camiseta a los 270que puede valer un vestido. Y, según la CEO de la marca, Andrea Hyde, el 40% lo producen en el sur.

Además de en su abuela, Reese Witherspoon también ha mirado al cine para buscar inspiración. Al personaje de Sissy Spacek en Malas tierras o la reina de la belleza que interpretaba Cybill Shepard en La última película. Quizá hasta sea haya acordado de la mujer sureña por excelencia, June Carter Cash, con la que la actriz ganó un Oscar por En la cuerda floja. Otras cantantes, como su admirada Dolly Parton e incluso Taylor Swift, también han jugado un papel importante en los referentes de Draper James.

Por ahora, Witherspoon solo vende la colección a través de su web (www.draperjames.com), pero en otoño abrirá la primera tienda física en su Nashville natal. Un gran local decorado como la casa de los años treinta que se compró la actriz hace poco con su marido, el agente James Toth.

Como el resto de actrices que han encontrado en el lifestyle una importante fuente de ingresos y prestigio, Witherspoon no solo diseña ropa y accesorios para mujer, también ha creado una línea de decoración de hogar y papelería. Y, además, en la web publica artículos o entrevistas con personajes que representan los valores sureños de la marca. Su objetivo final es poner la tierra de la que se siente tan orgullosa en el mapa de la moda y el estilo de vida. “Yo no sabía dónde estaban los Hamptons hasta que Ralph Lauren me dijo qué eran los Hamptons”, dice Witherspoon, una de las actrices mejor pagadas de Hollywood, productora y ahora también empresaria de éxito, decidida a poner el Sur de EE UU de moda.