Elsa Pataky: “En cuanto pasas de 30 y eres madre ya no sirves”
Vive volcada en la publicidad y en otros proyectos pero alejada del cine y no por su deseo Las prioridades de la actriz, orgullosa señora de Hemsworth, han cambiado
A l fin: Elsa Pataky, próximamente en sus pantallas. En las del ordenador, la tableta y el teléfono. Ojo ahí el próximo 6 de noviembre, fecha en la que la web de la firma de lencería Women’secret tiene previsto estrenar su nuevo órdago comercial, Dark Seduction, una pequeña película de, faltaría, alto voltaje sensual que se rueda estos días en Madrid a las órdenes de la realizadora Paula Ortiz (nominada al Goya como mejor directora novel en 2012 por De tu ventana a la mía). Es un corto, aunque a la gente de la moda se le llena la boca diciéndole fashion film, la (pen)última estratagema de un negocio que ya no sabe qué hacer para conectar emocionalmente con sus consumidores, pero también una herramienta/plataforma artística que se ha revelado de lo más rentable. La publicidad, otra vez al rescate. No es la primera vez que la actriz actúa como imagen de marca. Para el caso, tener que asistir a su regreso en tales circunstancias tampoco debería extrañarnos: “Me encantaría volver a trabajar en mi país, pero no me llaman. Es como una maldición: estás desterrada, no hay contacto con la industria de aquí y no te llegan los proyectos. Lo decimos siempre todas las que estamos fuera, como Paz Vega. Y es una pena”.
La memoria cinematográfica en tiempos de blockbusters olvidables es frágil: parece que Elsa Pataky (Madrid, 1976) no se deja ver en la gran pantalla desde hace lustros, cuando lo cierto es que sus últimas apariciones son de 2013, en el thriller Londres: distrito criminal y en la sexta secuela de la saga Fast & Furious (también sale en la escena final de Thor: el mundo oscuro, justo después de los títulos de crédito, besando a su propio marido en plan guiño cómplice, aunque si no llega a cascarlo Natalie Portman nadie se hubiera enterado). El año que viene repetirá como la inspectora Elena Neves en la séptima entrega, un papel recurrente desde la quinta, en 2011. Y le queda pendiente de estreno Tinto de verano, un drama visto fugazmente en un festival portugués en el que comparece junto a la oscarizada Marcia Gay Harden y con el que además debuta como productora.
En realidad, han sido un par de años de no poca acción, y encima le ha dado tiempo de ser madre en dos ocasiones, la última de gemelos. “He perseguido mi ambición y he trabajado en lo que he podido, pero desde 2012 mi energía es prácticamente al cien por cien para los míos. Creo que es importante disfrutar del momento, tengo la suerte que otras mujeres no tienen de estar con mis hijos las 24 horas y no quiero perderme ni un segundo”, concede la que fuera musa de José Luis Garcí y Bigas Luna.
—¿La familia como excusa ante la falta de propuestas?
—Sí que me mandan guiones, es que… no me apetece [replica con sonrisa confidente].
Pataky se muestra encantada con su más reciente rol de señora de, título que porta con orgullo desde su boda a finales de 2010 con el actor Chris Hemsworth. La pareja ya es uno de esos reclamos del show business que copa titulares con cada salida, aunque sea en chándal, merced a la vertiginosa escalada profesional del australiano, que en apenas tres años ha conseguido colarse en el top 5 de los intérpretes mejor pagados de la industria del cine estadounidense merced a esos 29 millones de euros ganados en el último año, según la revista Forbes. “Hemos cambiado los papeles. Hasta no hace demasiado, él era el marido de. Durante el tiempo que vivimos en Londres [mientras Hemsworth rodaba las dos entregas de Thor y otras tantas de Los Vengadores] era a mí a quien pedían fotos y él tenía que disparar la cámara. Ahora Chris está en un momento maravilloso de su carrera y yo estoy ahí para apoyarle. Me siento muy orgullosa de ser su mujer. He sido Elsa Pataky durante mucho tiempo y no me importa ser la señora de Chris Hemsworth, aunque suene a antigua”, reconoce.
A pesar de que siempre se ha sentido un poco nómada, las maletas de hotel en hotel, la familia Hemsworth-Pataky está final y felizmente instalada en Los Ángeles, en su mansión de cuatro millones de euros de Malibú. Suena de lujo, pero no tanto. “En el fondo sabes que esta ciudad no es la tuya, que no es tu casa. Nuestra forma de vivir, de disfrutar y de ver las cosas es totalmente distinta. En ese sentido, comparar Los Ángeles con Madrid es horrible. Tiene sus cosas estupendas, por supuesto, pero siempre he pensado que te aboca a una vida solitaria…”, dice la protagonista de DiDi Hollywood, que tampoco acaba de encontrar su sitio en la meca del cine a la que emigró en 2004: “Puedes trabajar, pero labrarte una carrera de largo recorrido resulta complicado, a no ser que hables un inglés perfecto, sin acento. Por eso a nosotras [Paz Vega, Penélope Cruz] se nos encasilla en papeles de latinas, algo que en mi caso cuesta más porque no me ven, no doy siquiera el tipo”.
Le hice llegar mi libro a la reina Letizia y ella me respondió. La admiro muchísimo
El problema que Hollywood tiene con sus mamás (véanse los eclipses de estrellas tipo Jennifer Garner o Jessica Alba tras dar a luz) complica todavía más la situación: “En cuanto pasas de los 30 y eres madre ya no sirves. Dejas de ser joven, no vendes. Son muy pocas las afortunadas que pueden seguir actuando a pesar de cumplir años, pregúntale a cualquier actriz. Eso sí, el hombre puede trabajar a cualquier edad. La de Hollywood es una industria muy cruel con las mujeres”.
Que lo diga alguien que luce tipín adolescente a los 38 años invita aún más a la reflexión. Pataky parece haber encontrado en el culto al cuerpo y el apostolado saludable aquellas satisfacciones que el cine le escatima. “No hay mayor secreto: son años de ejercicio, de deporte, de vida sana. Es una filosofía muy interesante de transmitir, por eso he querido hablar de ello", explica la actriz, que hace unos meses publicaba Intensidad Max, un volumen a propósito de sus rutinas escrito al alimón con su entrenador personal, Fernando Sartorius: “Se trata de inspirar a las mujeres, de hacerlas sentir mejor, positivas. Yo también soy una madre trabajadora, pero sé que siempre podemos encontrar al menos 40 minutos al día para quitarnos ese michelín que tanto agobia”.
Así ya puede seguir regalándonos sus patakys, ese gesto de trasero que ha patentado sobre las alfombras rojas y del que ha sacado partido hasta la mismísima Reina Letizia: “Sé lo de su pataky cuando los fotógrafos quisieron hacerle una foto de la espalda del vestido. Me sentí muy halagada. Le hice llegar un ejemplar de mi libro y ella me respondió con gratitud”, responde la actriz, que procura no perder ripio de la actualidad nacional vía versión online de los diarios españoles. “Claro que sé que Gallardón ha dimitido. Y me encanta nuestra nueva reina. La admiro muchísimo”.
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