“Aún tengo mucho que aprender”

Todo se preparó como si de una gran estrella de Hollywood se tratara. Decenas de fotógrafos, cámaras de televisión, maquilladora, estilista, agentes de prensa... Pero ya no vive en la meca del cine y tampoco es una de las grandes. Ella misma lo reconoce: “Me queda mucho por aprender”. Una cierta humildad es lo primero que sorprende al tener enfrente a Elsa Pataky que aguarda en una pequeña sala antes de comparecer antes de comparecer en el escenario. No ha llegado a Madrid para trabajar como actriz, sino para hacerlo como imagen de la marca Ghd. Y es que en el mundo de la publicidad es donde Pataky ha encontrado su verdadero hueco, aunque sigue intentándolo también en el cine.

Hace ocho semanas justas que dio a luz a India, su primer bebé, y su cuerpo no da señales de haber pasado un embarazo. Ella sabe que destaca por su físico y por eso lo cuida al máximo. Cuando se le advierte de ello, tímidamente se cruza de brazos como si tuviera que ocultar una incipiente e inexistente tripa. “Me he cuidado mucho. Hice deporte hasta el día antes del parto y, al salir del hospital, volví. He controlado los antojos. Me dio por las chucherías y las palomitas dulces”.

Una pastelería del barrio londinense de Portobello da fe de que ella fue durante nueve meses una buena clienta. Ahora ha vuelto a la dieta,—esa que dicen las famosas que no hacen, pero que han convertido en una manera de alimentarse: batidos y todo a la plancha. Eso sí, el lunes hizo una excepción y, acompañada de su marido, Chris Hemsworth, comió tortilla de patata y jamón. El protagonista de Thor acompaña a su esposa en este viaje de cuatro días a Madrid. Con ellos está su pequeña. De hecho, Elsa la tiene durmiendo a pocos metros de la sala donde se desarrolla la entrevista, pero no la muestra. Eso sí, habla de biberones, chupetes y pañales... como antes hablaba de novios y proyectos de trabajo. Estamos ante una nueva Elsa Pataky que da prioridad a su familia antes que a su carrera.

“Ahora estamos viviendo en Londres porque allí se están rodando muchas producciones que antes se hacían en Hollywood, pero por un problema de taxes se han trasladado allí”. Se calla unos segundo y pregunta: “No se dice taxes ¿verdad?”. Sus problemas con algunas palabras denontan que lleva mucho tiempo viviendo fuera de España y que con su familia habla en inglés. No así con India. “A mi niña no me sale. Así que yo le enseño castellano y, como Chris me oye, también aprende él”.

Los Hemsworth-Pataky están instalados por tiempo indefinido en Londres. Allí ha hecho tres películas él y una ella. Cuenta que tiene en proyecto otra: una continuación de la saga A todo gas. Explica que le da los mismo vivir en un país que en otro siempre que esté con su familia. Su estilo de vida se parece al de los Bardem-Cruz. “Ellos han estado en Londres viviendo, pero no nos hemos visto”. A Pataky nunca le han gustado las comparaciones con Penélope Cruz, actriz que sí ha alcanzado la cima del cine mundial.

Pataky ha reaparecido en Madrid y por una buena causa tras meses de retiro. Esta vez dice que no ha cobrado por ser la imagen de Ghd, que vende unas planchas del pelo que también lo moldean. Por eso ella lleva en esta ocasión una melena ondulada con cuidado y va maquillada suavemente por Beatriz Matallanas, que se ocupa de todas las grandes— Shakira incluida—. “Colaboro con esta campaña porque parte del dinero de este producto va destinado a la lucha contra el cáncer. Mi tío murió de esta enfermedad y mi mejor amigo en Los Ángeles también. Yo estuve con él hasta el final”. En ese momento Pataky se vuelve más humana y se le llenan los ojos de lágrimas.

Esta promoción también le ha permitido pasar unos días al sol. “Vivir en Londres es muy duro, tenía ganas de sentir la calor”, confiesa. También echa de menos la playa. Ella y Chris son dos fanáticos del surf. Pero ahora su vida está en la capital británica, donde el protagonista de Thor tiene su trabajo y donde ella busca una oportunidad. La nueva Elsa Pataky parece resignada de momento a su papel de secundaria. Tras pasearse por las alfombras con Fonsi Nieto y mostrar el castillo que le regaló Adrian Brody, ahora vive en Portobello entre biberones.