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Los nuevos mecenas contemporáneos

No es oro todo lo que reluce en el 'crowdfunding'. Pero las pequeñas donaciones privadas siguen logrando financiar iniciativas culturales a través de la Red. Presenciamos en vivo el aterrizaje en España de una de las plataformas más relevantes de Europa. Así han rubricado sus nuevas creaciones artistas como la cineasta Chus Gutiérrez o el cantautor Luis Ramiro

Presentación en 40 café de My Major Company.
Presentación en 40 café de My Major Company.Carlos Rosillo (EL PAÍS)

El músico Luis Ramiro consiguió en diez días la financiación de 12.000 euros para grabar su nuevo disco y el próximo 9 de marzo lo presentará en la sala Joy Eslava de Madrid. La suya es una más de las cientos de historias reales sobre los éxitos que el crowdfunding ha deparado en España en los últimos tiempos desde que las pequeñas donaciones privadas comenzaron a financiar iniciativas culturales por la Red. Pero es que además de grabar su disco, Ramiro ha encontrado a través de esta fórmula un acuerdo muy ventajoso. “Para empezar gano un 90% de las ventas, mientras que en una discográfica te llevas un 8%, un euro por disco más o menos. Segundo: el disco y su producción me pertenecen a mí, no depende de lo que decida un señor metido en un despacho. Y por último, uno se va con la sensación de que la gente ha confiado en él. Y eso es el mejor premio”.

Ramiro suena sabinero tanto en las letras como en el acompañamiento de guitarra, y se ganó ayer al público cantando tres temas de su cuarto álbum, El monstruo del armario, durante la presentación en el madrileño bar 40Café de Gran Vía del proyecto que le ha permitido rubricar su nueva obra discográfica. A través de My Major Company (MMC), líder del crowdfunding en Europa, Ramiro ha logrado su sueño. Y el suyo ha sido también el primer éxito de esta plataforma de financiación participativa en España desde que aterrizó hace tres meses. Queremos grabar un disco, rodar la primera película, exponer un reportaje fotográfico, que el mundo conozca nuestra artesanía… Son algunas de las muchas propuestas que han recibido en este tiempo. “Cualquier proyecto tiene cabida en el mecenazgo colectivo”, comenta Borja Prieto, el director de MMC. El proceso consiste en exponer la obra de los creadores a través de una página web y pedir aportaciones a los usuarios interesados. De esta forma los nuevos mecenas financian al artista en un plazo de tiempo determinado. Todo depende de la gente.

En 1997, el grupo británico Marillion fue uno de los primeros en financiarse a través de mecenas voluntarios que financiaron una gira de 60.000 dólares por Estados Unidos. Pero en España, ocho años antes hubo una experiencia similar. En 1989 Extremoduro vendió bonos de 1.000 pesetas para poder pagar la grabación de su primer disco, Rock Transgresivo. La banda extremeña consiguió 250.000 pesetas y se trasladó a Madrid para comenzar su carrera. El auge de las redes sociales impulsó varias campañas de donaciones por internet a partir de la experiencia de la película francesa Demain la Veille (2004), que en tan solo tres semanas consiguió 60.000 euros de financiación. Y en 2009, la creación de la web estadounidense Kickstarter comenzó una senda que la ha llevado actualmente a convertirse en la mayor plataforma de micromezenazgo. Ante la debacle del sector cultural, las españolas Verkami y Lanzanos, adaptaron un año más tarde el modelo estadounidense para buscar alternativas ante la crisis. Si durante el renacimiento el mecenazgo representó un método revolucionario de sostenimiento de obras de arte que siempre dependía de gente poderosa, el tiempo y la revolución tecnológica ha cambiado las tornas: hoy el llamado crowdfunding o micromecenazgo se sustenta en el apoyo previo que reciben los artistas por parte de la gente, los nuevos mecenas contemporáneos.

El 73% de las campañas finalizan con éxito, pero el 96% de estos proyectos no superan los 10.000 euros

Su auge quedó patente ayer durante el encuentro con periodistas de la plataforma MMC en Madrid. Entre la hornada de artistas a los que han arropado está el fotógrafo Juan Pérez-Fajardo, quien ha conseguido un 145% de financiación con el libro En crudo y al natural: un testimonio gráfico y textual exclusivo sobre los cuatro conciertos que el músico Enrique Bunbury dio en febrero de 2012 en la madrileña sala La Riviera. “Ofrecimos a los fans de Bunbury algo especial, exclusivo y limitado. Esa fue nuestra clave”, explica Pérez-Fajardo. Los escritores Carlos H. Vázquez y Jesualdo Jiménez de Cisneros, acompañaron al fotógrafo detrás y delante del telón: “Fue muy divertido conocer a Bunbury. Vi a la persona tranquila que come en un restaurante y la transformación en estrella de rock que experimenta cuando sale del camerino y hace katas de karate antes de salir al escenario, como Elvis”. El resultado es un volumen de coleccionista de 150 páginas con fotografías a todo color. De 1.000 ejemplares, ya se han vendido más de 800 y en México, donde Bunbury es una leyenda, ya llevan unos 200.

En el acto de ayer también hubo tiempo de presentar el nuevo documental de la cineasta Chus Gutiérrez: Droga Oral. “Elegí financiarme con crowdfunding porque es un concepto muy romántico que tiene que ver con los antiguos mecenas”, expone Gutiérrez. La directora pretende hablar abiertamente de un tema tabú como las drogas sin verse limitada por la censura de ningún productor. “Me niego a aceptar las reticencias de los grandes financiadores. No estoy dispuesta a cambiar mi visión”.

El cantante Luis Ramiro durante el acto de MMC.
El cantante Luis Ramiro durante el acto de MMC.Maxime Dodinet

Otro director que asistió al acto fue Manuel Velasco. Su intención era conseguir sacar adelante la que sería su opera prima Bloody West, un western de terror que se rodaría en Almería y contaría con la participación de actores como Carlos Bardem y Miguel Ángel Muñoz y Raúl Arévalo. “Mi película sería un cruce entre Rec y La matanza de Texas. La gente será la que decida si tiene interés en esto o no”, cuenta Velasco. Pero no solo hubo cine en el encuentro. Roger Dedeu se encargó de promocionar el SOS 4.8, el primer festival musical español que se acoge a la financiación en masa buscando mecenas a cambio de recompensas como chapas firmadas por sus artistas favoritos, invitaciones al festival e incluso visitas al backstage.

 Actualmente, según la web Crowdfunding.org, hay más de 450 plataformas de micromezenazgo. La proliferación de este tipo de proyectos depende del compromiso de la sociedad con la cultura. “Estamos en un país que no ama a su cultura ni a sus artistas. Estamos muy lejos de Francia y de Estados Unidos, pero esto podría empezar a cambiar” opina la cineasta Chus Gutiérrez. Según la web Verkami, líder de crowdfunding en España, el 73% de las campañas finalizan con éxito, pero el 96% de estos son pequeños proyectos que no superan los 10.000 euros. “Si se consigue la cantidad pactada, la obra sale adelante, si no, el dinero se devuelve y no pasa nada”, explica Borja Prieto, director de MMC en España “es un método tan transparente que transmite mucha confianza. Es cierto, recuerda a los mecenas del pasado pero con una proyección de futuro. Nos está dando muchas alegrías”. En 3 meses la compañía ha conseguido la financiación de 11 proyectos y próximamente lanzará su propio sello discográfico. Un nuevo camino alternativo que busca una solución a la crisis de la cultura en nuestros orígenes.

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