'Declaración de guerra' y 'El estudiante' ganan en Gijón

En el último segundo, empate. Así ha acabado, para el jurado, la 49ª edición del festival de cine de Gijón, un certamen que ha visto cómo el premio a la mejor película fue ex aequo para la argentina El estudiante, de Santiago Mitre, y la francesa Declaración de guerra (La guerre est déclarée), de Valérie Donzelli, es decir, un thriller político y un drama sobre el cáncer -que además es la representante de Francia a los Oscar-. Las dos películas también se han llevado otros premios: los mejores actores han sido Jérémie Elkaïm y Válerie Donzelli, los protagonistas y coguionistas de Declaración de guerra, mientras que el trofeo al mejor guion recayó en el libreto de Mitre para El estudiante.

En el resto del palmarés no hay grandes ausencias ni elecciones reprochables: la mejor dirección ha sido para el sueco Ruben Östlund en Play; y la dirección artística es lo más llamativo a la rusa Fausto de Alesandr Sokúrov, León de Oro en Venecia. El jurado decidió otorgar su premio especial a la estadounidense Take shelter, de Jeff Nichols, y una mención a la única española a concurso, Iceberg, de Gabriel Velázquez.

Personas y personajes

Declaración de guerra es el gran ejemplo de cómo un drama personal puede convertirse en un filme universal. Sin alharacas ni adocenamientos, Donzelli cuenta un hecho real: el quebranto vital que sufrieron ella y su pareja, Jérémie Elkaïm, cuando a su hijo de dos años le diagnosticaron un cáncer. En la ficción son Romeo y Julieta, una pareja que se conoce en un bar, y que tienen un niño, Adán, al que con dos años descubren un tumor cerebral. Ellos coescribieron el guion y han decidido alejar los personajes de las personas, para no confundir realidad y ficción.

En cuanto a El estudiante, Santiago Mitre, guionista habitual de Pablo Trapero, llegó a Gijón con una propuesta sorprendente y a la vez clásica. A su protagonista nunca lo vemos estudiar, pero sí ascender los escalones del poder dentro de la Universidad de Buenos Aires, porque Mitre reflexiona sobre la corrupción, la traición, el poder y las ideologías, temas habituales en el cine político, en un lugar poco frecuentado por esas historias: las facultades.

El certamen entregó en su gala de clausura a Montxo Armendariz el Premio Nacional de Cine Nacho Martínez por su excepcional carrera.