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Preservativos en el Thyssen para su exposición más erótica

Un condón con la imagen de La mujer en las olas, de Courbet. O del San Sebastián, de José de Ribera. O con el rostro de David Beckham filmado por Sam Taylor-Wood. La idea es ofrecer preservativos como complemento a una exposición de alto contenido erótico. ¿Un inmejorable plan? Sucederá en Madrid, en la Fundación Thyssen, con la muestra Lágrimas de Eros (a partir del 20 de octubre). Se hablará de ella por las 119 sensacionales obras expuestas, que relacionan el arte con el erotismo, y también por las novedades que aportará a la vida del museo. Novedades en látex para más señas. Se venderán preservativos inspirados en motivos artísticos, según confirmó ayer Carmen Thyssen, vicepresidenta de la fundación, en un almuerzo.

"No creo que nadie se escandalice. Cuando me propusieron venderlos en la tienda durante la exposición, me pareció buena idea porque suponen seguridad para los jóvenes, más que la píldora del día después".

Cervera, que piensa intensificar su presencia en el museo, explicó que tiene grandes esperanzas en la permanencia de su colección personal. "No la quiero vender. La mejor fórmula sería el alquiler durante 25 o 30 años con opción a compra, de acuerdo con los herederos". De momento no quiere hablar de precio, aunque recuerda que los 240 cuadros están asegurados en 800 millones de euros. El grueso de la colección procede de la herencia del barón Thyssen. El resto lo completan las compras que ella ha realizado en los últimos años.

No cree la baronesa que las críticas de su hijastra Francesca Thyssen contra la colección influyan en las negociaciones. "Francesca no la conoce. Habla por hablar. Lo mismo dice que soy la mejor madrastra que ha tenido o que soy odiosa". Achaca el inicio de las hostilidades a su negativa a permitir una instalación de vídeo de la colección de Francesca en las salas de Moneo. "Planteaba unas exigencias absurdas. Las salas no estaban disponibles. Que plantee otra cosa y veremos". Guillermo Solana, conservador jefe del museo, explicó: "La propuesta de Francesca era inviable".

Sobre la reclamación de un ciudadano estadounidense del cuadro de Pissarro Calle de Saint Honoré por la tarde, Cervera reiteró que su suegro lo adquirió legalmente. Y anuncio que prepara una biografía de su marido.

<i>La mujer en las olas </i><b>(1868)</b>, de Courbet.
La mujer en las olas (1868), de Courbet.
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