El Nacional de Historia premia a un autor de masas

Fernando García de Cortázar (Bilbao, 1942) se convirtió con la publicación de Breve Historia de España (Alianza, 1994) en un fenómeno de ventas y en uno de los historiadores más famosos de nuestro país. Tras haber vendido decenas de miles de ejemplares de aquel manual para todos los públicos, escrito junto con José Manuel González Vesga, y haber publicado otros best-sellers como su Atlas de Historia de España, este jesuita y catedrático emérito de Contemporánea en Deusto se mostró ayer muy contento por recibir el Premio Nacional de Historia. "Creo honestamente que, después de haber publicado más de 40 obras de Historia, algunos méritos ya había hecho". El Premio Nacional, dotado con 20.000 euros, le fue concedido por el libro Historia de España desde el arte, editado por Planeta y que propone un recorrido por la historia de nuestro país a partir de unas 600 reproducciones artísticas y fotografías. El jurado estaba compuesto por historiadores, periodistas, académicos y representantes del Ministerio de Cultura.

"Conviene que la historia salga de los guetos académicos", afirma el premiado

En palabras del autor, el libro premiado "utiliza la capacidad emotiva y de expresión del arte para reforzar la palabra del historiador". "Una vez más", señaló García de Córtazar, "he pretendido contribuir con este libro a la creación de una conciencia mayor de España como nación". Colaborador de medios de comunicación como el grupo Vocento, considerado por muchos de sus colegas como un historiador conservador y cercano en su ideología a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, García de Cortázar prefiere que lo califiquen como "liberal". "Esta etiqueta de conservador me la han colocado algunos sectores del nacionalismo catalán y vasco por defender una historia nacional frente a las historias regionales", rebate el escritor premiado. García de Cortázar dirige en la actualidad la Fundación Dos de Mayo, respaldada por la Comunidad de Madrid, y ayer recibió la noticia de su premio en el transcurso de un acto cultural que presidía Aguirre.

En cualquier caso, García de Cortázar agradeció que un jurado nombrado por un Ministerio de Cultura socialista le haya concedido un premio de tanta categoría tras una reñida votación con su colega Josep Fontana, que optaba también al galardón por su obra La época del liberalismo (Crítica-Marcial Pons). "Le he comentado al ministro [César Antonio Molina]", explicó ayer el premiado, "que entiendo que se reconocen en mí los esfuerzos por escribir una historia de todos los españoles. Es cierto que ha habido años anteriores en los que se me podía haber concedido el galardón".

Declarado admirador de la escuela anglosajona de historiadores que sabe combinar en sus libros el rigor y la amenidad, la calidad literaria con el enfoque periodístico, García de Cortázar defiende que "la historia salga de los guetos académicos". "Muchos historiadores", confiesa, "se miran en el espejo endogámico de sus propios colegas y se olvidan de que debe escribirse para el gran público. La historia es siempre la crónica de una aventura y, por ello, conviene huir del academicismo y de la erudición. He procurado tener una vocación de estilo ameno y divulgativo, muy cercano al periodismo en muchos aspectos. Para lograr ese propósito me ha servido mucho escribir para los periódicos".

Fiel a su forma de ver y de narrar el pasado, desde la divulgación y con vocación de best-seller, García de Cortázar está a punto de publicar Breve Historia de la cultura en España.