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La UE celebra que el presidente turco viaje a Armenia y subraya su "alto valor simbólico"

La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) mostró ayer su satisfacción por la visita del presidente de Turquía, Abdulá Gül, a Armenia, que calificó de "altamente simbólica". Gül asistirá el sábado al partido de fútbol que enfrentará en Eriván a las selecciones de ambos países en las eliminatorias para la próxima Copa del Mundo de Suráfrica de 2010, invitado por su homólogo armenio, Serge Sarkisián.

Turquía congeló sus relaciones con Armenia en 1993, cuando este país se anexionó el enclave de Nagorno Karabaj, que forma parte de Azerbaiyán pero cuenta con mayoría armenia. Ankara cerró entonces sus fronteras con Armenia, que permanecen clausuradas. Además, la cuestión del reconocimiento del genocidio perpetrado por el Imperio Otomano contra su población armenia en 1915, en el que se calcula que murieron un millón y medio de ciudadanos de esta minoría, es una de las asignaturas pendientes de Turquía para allanar el camino de su entrada en la UE.

"Este viaje histórico constituye un gesto muy alentador para las relaciones entre Armenia y Turquía. Esperamos que esta visita altamente simbólica cree un clima favorable a la normalización de las relaciones entre los dos países", dice el comunicado de la presidencia francesa del Consejo de la UE, que además resalta que sigue con "gran interés" la iniciativa turca sobre "una plataforma de estabilidad y cooperación en el Cáucaso".

"Se trata de una contribución importante de Turquía a la estabilidad, la seguridad y el desarrollo de esta región, que toma una dimensión nueva en el contexto del conflicto en Georgia", señala la nota. El acercamiento entre Ankara y Eriván adquiere una importancia particular en el contexto de la reciente guerra entre Georgia y Rusia y la ocupación por las tropas de Moscú de las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, así como de parte del territorio georgiano.

El gasoducto que, pasando por Turquía, traería el gas del mar Caspio a Europa debía cruzar Georgia precisamente por la tirantez entre Armenia y Turquía. En la actual situación, podría resurgir la opción de Armenia, más racional, económica y directa.

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