_
_
_
_
Entrevista:MÚSICA

Dylan, aprendiz de autor

Hay preguntas que aturullan. Y más cuando las fuerzas, consumidas sobre un sofá, no dan para más.

?¿Cree usted que es un poeta?

Jakob Dylan, el niño rebelde del mito Dylan, el no tan niño que acaba de publicar su primer disco en solitario al margen de su banda Wallflowers, el tipo de aires bohemios, apunta con sus ojos azul cielo al techo de la habitación. Como esperando una respuesta. ¿Caerá? Sonríe, se toca la barbilla, se incorpora. Aquí viene:

?Soy un letrista, ¿sabes? Mis creaciones están hechas para ser oídas, no leídas. Van mano a mano con la melodía, inherente en las palabras. Me centro en triturar las armonías y las letras juntas. Quizá soy un poeta sónico.

Bien. Para no esperar la cuestión ha salido bien del paso. Jakob, vestido sin chirridos, de gris y negro, está acostumbrado a bregar con los periodistas. Hoy está repanchingado junto a la ventana de un hotel de Londres. Atendiendo a medios a destajo. Contestando primero con ganas, ahora con menos, cada vez con menos. Es la maquinaria en la que la industria musical empotra a los artistas en promoción. Una apisonadora. Una pregunta tras otra. Respuestas. Horas. Una pesadez. Así está, reventado.

De todas formas, se ríe cuando le sale de dentro. Es cordial, aunque esa voz desganada no lo convierte en la persona más expresiva del mundo. Su voz áspera gana con un micrófono. La crítica no ha escatimado elogios con Seeing things, cuya portada, en blanco y negro, de atmósfera indolente, podría ser la de un disco de su padre. Pero ése es otro cuento. Lo cierto es que a los temas del hijo le han aplicado juicios como ?gracia poética? (USA Today). Ahora que lo piensa mejor, Jakob es quien concreta: ?Me pagan por ser un compositor. Mmm? Soy un estudiante de poesía?. Tema zanjado.

Es nuevo para él eso del preciosismo. Hasta hace nada ha sido el alma de Wallflowers, aquel grupo rockero que en 1996 ganó dos Grammy con el CD Bringing down the horse, donde se incluía el megaéxito One headlight. Pero se cansó, reconoce hoy, de piernas cruzadas, mientras juguetea con una botella de agua. ?He estado desde los 21 años haciendo lo mismo: disco, tour, casa... Necesitaba parar ese bucle. Quería algo distinto?. El mismo trabajo, que le encanta, pero otra cosa.

Será la edad. Aunque admite que aún le gustan The Who y que echa de menos su guitarra eléctrica. En Seeing things no existen las estridencias, ni una palabra más alta que otra, ni baterías. Este álbum le ha cambiado. Dice que ha tenido que trabajar ?sólo con voz y guitarra?. ¿Nada más? ?Bueno, es una forma muy primitiva de hacer música. Quería que el estudio fuera invisible y que la ausencia de interferencia humana se convirtiera en el sonido del disco?. Experiencia metafísica. El resultado es limpio, sencillo. Piezas que coquetean con el folk norteamericano y el minimalismo de lo hablado. ?Quería que las canciones sonaran eternas?, se convence.

Algo habrá aprendido de su padre, coloso, genio? Todo lo que se diga es poco, según varias generaciones. A él le molesta que le nombren a Bob Dylan. Lo recuerdan desde la discográfica. El asunto, no se hable más, irá al final.

Todas las palabras se le van a Rick Rubin (?productor superstar?, lo llama Jakob), un gurú que ha trabajado con Johnny Cash o Dixie Chicks y que sólo sabe sacar magia. ?Tiene dos oídos que valen mucho?, habla Jakob con las manos. ?Es honesto. Me dijo que sólo me podía prestar sus orejas. Rick escucha a su subconsciente?. Y las letras surgieron como si nada: ?Quería transmitir historias e imágenes sobre conflictos físicos, como la guerra, pero también mentales. Me atrae la condición humana?. Al segundo, se adelanta a la siguiente pregunta: ?Nada es autobiográfico: no estoy desnudo en este disco. Ser honesto no hace buena música?.

Ahora sí:

?¿Qué le ha enseñado su padre?

?Eso no se lo contaría a nadie. Tendría mucho valor para otro músico? De todas formas, sus lecciones están en sus discos. También me han enseñado artistas como Bruce Springsteen.

La luz le da en la cara. Jakob se frota los ojos y se despide sin levantarse.

?Seeing things? está editado en Sony BMG.

Jakob Dylan
Jakob Dylan

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_