_
_
_
_
_
Reportaje:

Una Suecia alegre y despierta

Mona Sahlin, nueva líder socialdemócrata, apuesta por la renovación

Pragmática y abierta a las soluciones menos ortodoxas, Mona Sahlin se hizo el pasado sábado con las riendas del Partido Socialdemócrata sueco para marcarle el camino por el que recuperar el poder en las elecciones de 2010. La primera mujer que se hace con el liderazgo socialdemócrata en los 118 años de historia de esta formación política dice que quiere un partido más "alegre" y más "despierto".

Sahlin quiere construir "el Estado de bienestar ecológico"
Defiende para la mujer "la mitad del poder y salarios completos"

Tiene apenas 50 años cumplidos hace dos semanas, pero Mona Sahlin ya acumula todo un historial de estrella meteórica y de caída en picado, que la convierte en una política atípica, cuya fuerza se revela fundamental para la necesaria renovación de esa formación política, que tras 12 años de Gobierno perdió las elecciones en septiembre pasado al adelantársele la coalición de centro-derecha.

Defensora a ultranza de "castigar al cliente" como método para acabar con la práctica inadmisible de que "un hombre compre a una mujer", Sahlin aboga con la misma pasión por las energías renovables. "Un país libre de combustibles fósiles nos aportaría enormes ventajas, y entre las más importantes sería la disminución del efecto de los cambios en el precio del petróleo", aseguró Sahlin al pedir la colaboración de ciudadanos y empresas para que Suecia se convierta antes de 2020 en una economía prácticamente libre de petróleo.

Para Mona Sahlin ser la primera no es novedad. En 1982, a los 25 años, se convirtió en la diputada más joven en la historia del Parlamento. A partir de ese momento, su carrera fue un continuo ascenso hasta que en 1995, cuando tenía la cima del poder al alcance de la mano, cayó en una zancadilla, que la avergonzó y la condujo a una retirada voluntaria de la vida política, aunque continuó siendo miembro del Comité ejecutivo.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Casada y madre de tres hijos, el llamado escándalo Toblerone destapó que la entonces viceprimera ministra había utilizado una tarjeta de crédito oficial para unas compras privadas de ropa, pañales y chocolatinas y no había pagado unas multas de aparcamiento ni parte de los gastos sociales de sus hijos. Unos miles de coronas suecos que devolvió íntegramente al erario público.

Su travesía del desierto acabó en 1998, cuando el entonces primer ministro Göran Persson -a quien ahora sucede en la jefatura del partido- la incluyó en su Gabinete. Desde entonces ha ocupado diversas carteras: Desarrollo Sostenible, Integración y ministra de la Igualdad.

El sábado, ante 1.700 delegados reunidos en Estocolmo, Persson declaró al cederle el mando que con Sahlin comienza "la construcción del estado de bienestar ecológico".

"Vosotros me hacéis fuertes. Me siento orgullosa de ser la primera mujer que lidera el partido", declaró esta europeísta convencida.

Ayer, al lanzar su programa de trabajo, Mona Sahlin dejó clara la importancia que concede a la mujer: "La mitad del poder, salarios completos y el derecho a trabajo completo", reclamó para sus congéneres.

Consciente del reto que supone devolver el poder a un partido que ha gobernado Suecia durante seis de las últimas siete décadas, Mona Sahlin declaró que su prioridad es el medio ambiente. La batalla contra el calentamiento del planeta es tan importante como la lucha de clases hace 100 años, dijo, según la agencia Reuters.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_