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Merkel se estrena como mediadora entre israelíes y palestinos

La canciller alemana, Angela Merkel, ha emprendido una gira por Oriente Próximo para intentar desbloquear las negociaciones en el conflicto entre Israel y los palestinos. El viaje se inició el pasado sábado, pocas horas después de la primera reunión en más de cuatro meses del Cuarteto mediador para la zona -formado por la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y Naciones Unidas-, celebrada en Washington.

La canciller se detuvo primero en Egipto donde, tras entrevistarse con el presidente Hosni Mubarak, acusó la necesidad de diseñar "un plan general para la región" con la colaboración de los Estados de Oriente Próximo. Desde la posición política privilegiada que le confieren sus actuales cargos de canciller alemana y presidenta de turno del Consejo Europeo y del G-8, Merkel se declaró favorable a una "alianza entre Europa, América y los países árabes".

Ayer, la canciller se entrevistó en El Cairo con Amer Mussa, secretario general de la Liga Árabe. Explicó Merkel que los 22 países de la Liga piden un impulso rápido al proceso de paz, del que Mussa dijo que "con claridad que el marco temporal no es ilimitado". Según algunos participantes en la reunión, Mussa pidió que la Unión Europea interceda para que Estados Unidos se implique más intensamente en las negociaciones de paz.

La posición diplomática de Alemania en Oriente Próximo se beneficia de la negativa del anterior canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, a apoyar la guerra de Estados Unidos en Irak. La insistencia de la canciller Merkel y sus interlocutores en nuevas negociaciones se relaciona también con esa guerra: las dificultades de Washington en Irak y la proximidad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos (noviembre de 2008) hacen temer a los países árabes que el Gobierno estadounidense se distancie de los problemas en la zona. Merkel está considerada en Oriente Próximo como una mediadora valiosa, dada la política de acercamiento a Estados Unidos que adoptó desde el inicio de su mandato.

Siria, excluida

La gira de Merkel por Oriente Próximo incluye sólo Estados que mantienen buenas relaciones con los países occidentales. No le llevará a Siria, por ejemplo, donde el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, sí que estuvo hace dos meses. Su intención expresa es afianzar las relaciones con los principales socios entre los países árabes. A este respecto la canciller Merkel alabó ayer la política de Egipto, que se decidió por la paz con Israel "y por eso tiene la posibilidad de un buen desarrollo económico, de la que otros carecen", señaló la dirigente alemana.

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La canciller se entrevistó ayer en Riad con el rey Abdalá de Arabia Saudí. Las próximas escalas de su gira por la región serán Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, desde donde mañana martes volará de regreso a Berlín.

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