Amor es la palabra más bella
Casi 50.000 cibernautas eligen el vocablo más hermoso del español entre 7.130 voces propuestas en la Red
¡Ardid! O una triquiñuela más de Eros que no se ha quedado quieto ni en la elección de la palabra más bonita del español. De poco sirvió que 7.130 vocablos recordaran en Internet sus eufonías para elegir el más hermoso, porque los cibernautas se dejaron seducir por el concepto antes que por su sonido. Y Amor fue la elegida. Resultado de la convocatoria que hiciera el 31 de marzo la Escuela de Escritores de Madrid en su página web para celebrar hoy el Día del Libro.
Más voces eufónicas que la del dios griego pululan. Pero sólo hasta la quinta más votada no aparece una con el espíritu lúdico-lingüístico de este juego. El de reburujar entre los sonidos del español hasta dar con su combinación más bonita: Azahar.
Obnubilados por la palabra Amor están los 3.364 cibernautas que la votaron, de los 47.057 que participaron en esta convocatoria (23.386 de España y los demás de América y del mundo). Y tras Amor, otros tres vocablos de origen latino que más que estética expresan el deseo de bienestar: Libertad, Paz y Vida.
Retahíla de un abracadabra para la felicidad que nadie soslaya. "Todos creemos, con Borges, que en la palabra Nilo fluye el Nilo, y por lo mismo pensamos que en la palabra amor viven todos y cada uno de los amores pasados, presentes o futuros. Si perdiéramos la palabra amor, perderíamos la posibilidad de sentirlo. Y lo mismo sucede con las otras cuatro. No debe parecernos falta de imaginación que la gente las haya preferido a otras: las cuatro expresan realidades esenciales, son 'el nombre exacto de las cosas', la cosa misma", opina Andrés Trapiello, autor de El arca de las palabras.
Y aunque amor no es la más bonita fonéticamente, "su asociación a lo que denomina y representa es lo que la hace bella al oído", reflexiona Gregorio Salvador Caja, filólogo y vicedirector de la Real Academia. "No cabe duda de que la gente ha elegido el asunto, porque es una palabra pavisosa", dice el escritor y académico Álvaro Pombo. Para el autor de Contra natura, "ha sido una elección zangolotina. Prefiero Arabesco y Chévere".
Son voces de la estirpe sonora de Azahar. "Flor del naranjo o limón; unos dicen que vale tanto como Venus, otros que vale flor", según la definió Sebastián Covarrubias en el primer diccionario de la lengua castellana en 1611. Aunque a Salvador Caja le sorprende que sea la primera en aparecer por su eufonía. "La mayoría de hispanohablantes la pronuncian con ese; además la hache es muda y una de sus aes suele desaparecer dando como resultado Azar, un componente esencial de la vida humana".
Y tras Azahar otros vocablos de fuerza conceptual: Esperanza,Madre, Mamá, Amistad y en el décimo lugar otra eufonía real: Libélula.
Han sido 22 días de reencuentro con el lenguaje. De descubrir la belleza en voces comunes como pan, azul, albahaca, mandarina, jarro, burbuja, ultramarino, algarabía, chancleta, joder o cristal, que hace unas décadas en otro concurso fue la ganadora.
De apreciar vocablos de significados ingratos o feos: sibilino, zurullo, odio, malandrín, melancolía, zurriburri o tristeza, que cuando un niño la pronuncia es que ya casi lo dice todo, escribe María Marco, de Guadalajara.
De agradecer por el rescate de birlibirloque, jitanjáfora, aralia, cencellada, zurumbático o sicalipsis. O de jugar con voces tipo tiquismiquis, lapislázuli, chilindrina, ñiquiñaque, vincapervinca, jacarandoso, refunfuñar o esternocleidomastoideo.
Por suerte hay muchas palabras bellísimas, recuerda Trapiello. "Las importantes son breves en la mayoría de las lenguas. Sí, por ejemplo, es una de las más bellas en todos los idiomas. Pero si 'sí' es la más bella, 'no', entendida la vida como la entiende uno, ha de ser la más difícil y la más necesaria, y por ello doblemente bella. Y recordar lo que decía Paul Celan: 'Habla, / pero no separes el No del Sí. / Y da sentido a tu decir: / dale sombra".
Y el secreto de sí lo tiene Salvador Caja: "Es una palabra por la que suspira muchísima gente varias veces en la vida. La vida se compone de síes y de noes; y los síes son anhelados y apetecibles". Como la palabra elegida.
Babelia
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