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CRISIS EN EUROPA | Los retos de la presidencia británica

Holanda: más debate y menos contribución a la UE

Isabel Ferrer

La propaganda repartida por el Partido Socialista Radical holandés antes del referéndum sobre la Constitución europea del pasado 1 de junio, presentaba un mapa continental sin los Países Bajos. Su lugar lo ocupaba el mar. La pregunta que formulaba a continuación dicho grupo al electorado era la siguiente: "¿Sabe lo que significa votar sí?". Esa supuesta pérdida de identidad del mayor contribuyente neto de la UE -y uno de sus fundadores- propició la victoria del no.

Sus efectos ya se notan. Después de admitir lo impopular que se había vuelto la Europa comunitaria, el Gobierno ha pisado el freno. Ha prometido que impulsará un debate nacional sobre la ruta a seguir desde La Haya. Antes incluso, negociará en Bruselas una rebaja de la actual aportación holandesa a las arcas de la Unión.

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Los 180 euros anuales por cabeza remitidos por Holanda a la UE son un "exceso", según los partidarios del no, que el Ejecutivo no ha conseguido matizar aludiendo a la riqueza relativa del país. Desairados por no haber sido consultados sobre la introducción del euro en 1992, ni tampoco acerca de la ampliación comunitaria un año después, los holandeses saldaron cuentas en el referéndum del pasado miércoles.

Es cierto que el rechazo francés al Tratado Constitucional reforzó el subsiguiente voto holandés en contra, pero aún lo es más una queja de tres bordes como aristas: la relativa a unos políticos que han efectuado su trabajo comunitario a puerta cerrada; el temor a que la rapidez de la integración interfiera en asuntos sociales, como la eutanasia, y la entrada de Turquía. Éstas son las principales dudas ciudadanas a derecha e izquierda.

Para el Gobierno y la mayoría de los partidos con representación parlamentaria, todos en el bando favorable a la Constitución, ser calificados de sordos a las necesidades ciudadanas supuso una auténtica bofetada moral. Su único consuelo fue la certeza de que muy pocos votantes pensaran que estaban acabados tras la derrota en la consulta.

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