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EL FIN DE LA II GUERRA MUNDIAL EN EUROPA

Zapatero ensalza el esfuerzo de los 'niños de la guerra'

José Luis Rodríguez Zapatero afirmó ayer que estaba en Moscú para "rendir homenaje al pueblo ruso y a otros pueblos de la antigua Unión Soviética que pagaron con la pérdida de más de 20 millones de vidas su defensa del mundo frente al nazismo, es decir, frente a la barbarie".

El presidente del Gobierno español hizo esta declaración una vez concluidas las celebraciones oficiales, en un encuentro en la Embajada de España con un grupo de los llamados niños de la guerra, los menores españoles que encontraron refugio en la URSS durante la Guerra Civil, a los que también homenajeó por su "odisea vital no querida" y su "sufrimiento injusto".

Enrique Veintimilla, secretario del Centro de los Niños de la Guerra, afirmó que "la Gran Guerra Patria", denominación soviética de la II Guerra Mundial, fue para ellos la continuación de lo que habían vivido en España y ofreció algunos datos sobre su contribución al conflicto. "Cientos de adolescentes" españoles, dijo, trabajaron en las fábricas de armamento "para vencer al fascismo"; 280 niños españoles murieron en Rusia durante los asedios y bombardeos; 130 niños españoles lucharon en Stalingrado y 50 de ellos murieron. Veintimilla cifró, además, en 225 el número de españoles adultos que cayeron alistados en el Ejército Rojo.

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Zapatero les reiteró que el Gobierno socialista español está decidido a mejorar su situación con la ley específica ya aprobada, y en vigor desde el 1 de abril, que eleva a pensiones contributivas -con un aumento de más del 300%- los derechos pasivos de los 230 niños que sigue viviendo en la Federación Rusa. La misma ley les otorga un seguro médico privado vitalicio a partir del 1 de junio.

Los refugiados, que siguen esperando que se resuelvan los problemas "técnicos" para la construcción en su centro moscovita del ascensor que les prometió Zapatero el 10 de enero, aplaudieron este esfuerzo. Uno de ellos pidió, sin embargo, que se acelere la tramitación de un decreto pendiente para que su ley sea plenamente operativa. "Es que tengo ya 88 años", explicó.

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Estricto protocolo

Debido al estricto protocolo ruso, que limitó el acceso a los actos oficiales a los líderes y sus esposas, de lo que hizo el presidente del Gobierno durante las seis horas largas que asistió al 60º aniversario del fin de la guerra únicamente se conocen los pocos minutos que le dedicó la televisión oficial rusa. Pudo verse cómo saludó afablemente a Vladímir Putin, y que tuvo una situación discreta en la tribuna del desfile, en primera fila, entre los presidentes de Azerbaiyán y Kazajistán, algo alejado de los otros líderes europeos.

Tampoco podía esperar mucho más, siendo España el único país no contendiente de los representados ayer en Moscú al máximo nivel y que tampoco es miembro del G-7 ni tiene puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, por citar otros criterios que parecieron regir la colocación de los invitados en la tribuna.

Las cámaras captaron también un breve saludo de Zapatero con el presidente francés, Jacques Chirac, y otro, a distancia, de cabeza, con George W. Bush.Zapatero fue básicamente ayer a Moscú porque se lo había pedido Putin en dos ocasiones.

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