Colombia extradita a una jefa de las FARC
Omaira Rojas Cabrera, Sonia, una campesina que, según las autoridades, maneja muchos hilos del negocio de la cocaína de las FARC, fue extraditada ayer a Estados Unidos. Requerida por la Corte del Distrito de Columbia, (Washington), se espera que su testimonio ayude a abrir procesos a comandantes de la guerrilla en la mira de Washington.
Sonia es una mujer de mirada asustada, huraña. Para nada encaja su figura con la acusación que pesa sobre ella: mover una red internacional de tráfico de droga, con conexiones en Panamá, EE UU y Europa.
El 9 de febrero del año pasado, esta comandante guerrillera y madre de un hijo fue detenida por el Ejército en Peñas Coloradas, una pequeña población del sur del país. Allí, ella manejaba la "oficina de quejas" -donde las FARC administran justicia en las zonas que controlan- y estaba encargada de las finanzas del Bloque Sur, uno de los más involucrados en el negocio de la coca.
Sus últimos días en Colombia los pasó en una cárcel de alta seguridad de Valledupar, al norte del país. De allí fue sacada en medio de un impresionante operativo de seguridad, en el que participaron agentes federales estadounidenses.
Varias veces se habló de un complot de las FARC para asesinarla, pues, según las autoridades, la organización estaba empeñada en impedir su extradición y su posible colaboración con la justicia de EE UU.Con Sonia son ya cuatro los miembros de las FARC que rinden cuentas ante la justicia norteamericana. El último fue Simón Trinidad, el pasado enero.
Desde varios frentes se había pedido al presidente Álvaro Uribe no usar la extradición como arma contra las FARC, por alejar no sólo la posibilidad de una negociación de paz, sino un acuerdo humanitario que permita el intercambio de rehenes a manos de la guerrilla, entre ellos la ex candidata a la presidencia Ingrid Betancourt.
