El videoartista londinense Jeremy Deller logra el Premio Turner
El artista presentó vídeos sobre el pueblo de Bush y San Sebastián
Jeremy Deller, londinense de 38 años, se adjudicó anteanoche el Premio Turner por una serie de trabajos documentales entre los que destacan dos vídeos sobre las gentes y las tierras tejanas del presidente George W. Bush y sobre colectivos minoritarios de San Sebastián. Interesado en el curso de la historia mundial, que trastoca y reconduce en sus obras audiovisuales, Deller se alzó con los 35.000 euros del más reconocido concurso británico de arte contemporáneo, que, en esta ocasión, se ha visto libre de su habitual polémica.
Licenciado en historia del arte por el Instituto Courtauld, Deller partía como favorito de las casas de apuestas y la tendencia quedó confirmada por el jurado del Premio Turner, que preside el director del grupo de museos Tate, Nicholas Serota. Entre sus trabajos del último año se valoró especialmente Memory Bucket, una instalación multimedia sobre las experiencias de un viaje del artista por la ciudad natal del presidente de EE UU, Crawford, y otros parajes tejanos. En la cinta, Deller conversa con supervivientes del sitio de Waco y con otras gentes que desvelan los gustos culinarios del matrimonio Bush y cierta oposición a la guerra de Irak. "Continúa en esta obra una investigación personal del entramado sociocultural que define las diferentes sociedades", señaló el jurado antes de la votación, que por tradición es secreta.
El pasado junio, Deller viajó a San Sebastián para participar en los eventos colectivos de la bienal europea de arte contemporáneo Manifesta 5. Como es habitual en su trayectoria, el artista londinense se interesó por la ciudad y sus diversos estilos de vida. "Quise alejarme de la política y encontrarme con grupos de personas que normalmente no tienen la oportunidad de juntarse en un mismo foro", recuerda. Los contactos desembocaron en una colorida manifestación protagonizada por colectivos de discapacitados, de donantes de sangre, de gays y lesbianas, de bailaores de flamenco... Adolescentes del programa formativo Detrás de la cámara filmaron la cabalgata y recogieron impresiones de los participantes. El vídeo se presentó en la exposición de los candidatos al Premio Turner, que se puede ver en la galería Tate Britain de Londres, hasta el 23 de diciembre.
Convocado por los museos Tate, el Turner es el premio de arte contemporáneo de mayor prestigio del Reino Unido e identificado por tradición con la polémica. "¿A esto llaman arte?", solía ser la frase más recurrente en la recta final. Pero, en esta edición, el sensacionalismo se ha esfumado en favor de una clara tendencia hacia la temática política sobre formato audiovisual. Tanto el ganador como los tres finalistas (el turco Kutlug Ataman, la pareja londinense Ben Langlands y Nikki Bell, y Yinka Shonibare, londinense criado en Nigeria) trabajan en vídeo. Langlands y Bell a punto estuvieron de provocar la polémica al verse obligados a retirar, por cuestiones legales, el vídeo de un juicio que habían grabado en Kabul y en el que el encausado se enfrenta a la justicia británica por presunto delito de tortura y secuestro. Mejor suerte corrió su videojuego The house of Osama Bin Laden, desarrollado a partir de imágenes virtuales de uno de los escondrijos en Afganistán del terrorista más buscado.
Con nuevos patrocinadores y una dotación duplicada este año hasta un total de 40.000 libras (56.000 euros), Deller dedicó el premio a "los ciclistas, amantes de murciélagos, cuáqueros y a todos mis colaboradores, presentes, pasados y futuros". Recibió un suculento cheque de 35.000 euros y sus tres compañeros se repartieron cada uno 7.000 euros. Nicholas Serota recordó, por su parte, el incendio que destruyó en mayo numerosas obras del llamado joven arte británico y criticó la actitud de muchos medios que vieron en el siniestro una oportunidad para regresar a lo que consideran "buen arte", es decir, a la pintura figurativa.
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