Los guerreros de Xi'an presiden en Madrid el arte funerario chino
Apertura de un nuevo centro de arte en un depósito del Canal
Los guerreros de Xi'an y los 150 objetos del arte funerario chino que sirvieron de reclamo del Fórum de las Culturas de Barcelona se han trasladado a Madrid antes de regresar a los museos de Shannxi. La exposición estrena el Centro de Arte IV Depósito, de la Fundación Canal, del Canal de Isabel II, en el paseo de la Castellana, inaugurado ayer por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
El depósito elevado de la plaza de Castilla anuncia en una pancarta que los guerreros de Xi'an están en Madrid, en el nuevo parque de 45.000 metros cuadrados sobre los depósitos del Canal de Isabel II. El cuarto depósito se ha convertido en un centro de arte que la Fundación Canal (www.fundacioncanal.com) abrió ayer con una exposición arqueológica, pero que también montará las últimas tendencias.
"Son piezas de una modernidad brutal y de una gran belleza", afirmó Cristina Vila, coordinadora de la exposición, durante el recorrido con los informadores, junto con el conservador de la muestra, Ignasi Millet. El montaje ocupa 2.000 metros cuadrados, el doble del utilizado en la presentación en el Fórum de Barcelona, y las piezas se distribuyen junto a la estructura de pilastras y arcos de ladrillo construidos en la primera mitad del siglo XX.
La tarima central, donde se sitúan los nueve guerreros y un funcionario, refuerza la escenografía en un recorrido que aproxima las piezas en un entorno con la imagen de una enorme mezquita, con un total de 144 arcos que se elevan a siete metros y medio de altura del suelo. El visitante se sitúa en el periodo histórico de la formación y consolidación del imperio chino, con las dinastías Qin (del 221 al 207 antes de Cristo) y Han (del 206 antes de Cristo al 220 después de Cristo), a través de unos vídeos y pantallas distribuidas en la planta de la entrada del centro. La presentación en Madrid, con las mismas piezas, refuerza la información sobre las distintas secciones, con obras aisladas y en vitrinas, y en la última parte del recorrido a través de paneles y fotografías sobre las excavaciones, los sistemas de restauración, y comentarios históricos sobre lo real y lo semejante en el ejército de terracota que acompañó al primer emperador chino, la terminación de la gran muralla, la capital del imperio (Xianyang), la sociedad piramidal (que se aprecia en las posturas y vestimenta), los funcionarios y los eunucos en la corte y la vieja ruta de la seda, para terminar con una gran imagen en color de la montaña Li, donde en 1974 un labrador buscaba un pozo de agua y se encontró con el gran mausoleo del primer emperador de China. La salida de los guerreros sirve para poder estudiar el yacimiento y conservar las piezas, la mayoría con policromía, perdida tras su hallazgo. Se ha excavado un 30%, con la documentación de unas 1.500 piezas, y se conoce la disposición general del yacimiento, que puede tener entre 7.000 y 8.000 guerreros.
Los nueve guerreros y el funcionario (se distingue por tener las manos dentro del vestido) ocupan la parte central del montaje, fabricados a partir de moldes (peinados, manos, armaduras, zapatos), pero con un tratamiento individualizado del rostro. Todas las piezas son originales, salvo la reproducción de un caballo y un carro (que nunca salen de China), y en su presentación se suceden y mezclan las de las dinastías Qin y Han.
Figuras con enigmas
Los guerreros (cada uno tiene un seguro de un millón de dólares) dominan el escenario del nuevo centro de arte, pero el depósito contiene también otras sorpresas de las primeras dinastías chinas. El poder militar fue clave en el imperio Qin, que logró la unificación de China, pero también la escritura y el sistema de pesas y medidas. El montaje se detiene en los materiales de construcción (remates de tejas, conducciones de agua, ladrillos), las armas y armaduras, moldes de monedas y piezas en bronce (accesorios sexuales, lámpara), y en otras vitrinas, ejércitos de sirvientes sin brazos (eran de madera) y soldados de infantería. El caballo también identifica la cultura, y se reproduce de una forma muy estilizada y otras de manera rotunda, de los mongoles. Otras obras son de lujo, de jade y metal, de carácter simbólico, con representaciones de leones alados o escarabajos, motivos que se repiten en la puerta de un mausoleo, con animales míticos y otras zonas con escenas de caza. Hay figuras que son bailarines, sirvientes o cortesanos, y como reflejo de la vida cotidiana y de la muerte aparecen los rebaños que formaban parte de la tumba, con el mismo diseño de jerarquías que con los guerreros, aunque vigilados por perros. Maquetas de una pocilga o de una calabaza, un estanque o un campo de arroz. Hay también enigmas, como los dos adiestradores de aves, que comparten otras figuras de acróbata y arquero. La exposición estará abierta hasta el 9 de enero, en horario de 10.00 a 22.00, con entradas a 3 euros (adultos) y 1 (niños), con venta anticipada en el 902 400 222 y www.elcorteingles.es.
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