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Decepción del Polisario por la decisión de la ONU de prorrogar su misión en el Sáhara

Más de 160.000 refugiados saharauis sobreviven en Tinduf desde 1975 con la ayuda internacional

El Frente Polisario recibió ayer con estupor la propuesta del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de prorrogar hasta febrero de 2005 la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso), lo que supone un aplazamiento de 10 meses en la búsqueda de una solución al conflicto y la admisión clara del fracaso de la mediación de Annan y del plan de su enviado especial, James Baker, que no ha superado la oposición de Rabat.

"Hay motivos de decepción. Nuestra confianza en la ONU se resiente tras tantos aplazamientos", aseguró el presidente de la República Árabe Saharaui Independiente, Mohamed Abdelaziz, quien no descartará la vuelta a las armas "hasta que el pueblo saharaui alcance su independencia a través de un referéndum".

El Polisario no imaginaba que la ONU iba a reconocer el estancamiento del Plan Baker que contempla la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental en un plazo de entre cuatro y cinco años al menos de que el nuevo aplazamiento fuera de 10 meses (hasta ahora las prórrogas han sido de tres meses).

El Polisario considera la propuesta fruto de las maniobras dilatorias de Marruecos y espera preocupado el resultado de la visita a Marruecos del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Rabat no acepta ninguna hoja de ruta que desemboque en un referéndum de autodeterminación.

El informe de Annan es un nuevo jarro de agua fría para los cerca de 160.000 refugiados saharauis que sobreviven en Tinduf (suroeste argelino), gracias a la ayuda internacional, desde que en 1975 Marruecos se hiciera con estos 300.000 kilómetros ricos en fosfatos y pesca. Esperan que un avance de las negociaciones les permita salir de esa prisión sin puertas en la que se encuentran y volver a ver a sus familiares al otro lado del muro que separa los territorios saharauis de Marruecos. Ayer se concentraron ante la muralla unos 160 españoles que, tras día y medio de travesía por el desierto, reclamaron su demolición y la independencia del pueblo saharaui. Alcaldes, diputados y concejales de todos los grupos parlamentarios españoles estuvieron acompañados de varios artistas. Los manifestantes fueron interceptados por las fuerzas de la Minurso, que impidieron que la marcha se acercara a menos de 600 metros "por motivos de seguridad".

El Gobierno marroquí levantó esta muralla, el telón de arena, a partir de 1980 para impedir las incursiones del Polisario. Trece años después de que se firmara el acuerdo de paz, el muro sigue en pie, protegido por 160.000 soldados y dos millones de minas.

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Mimetu tiene 21 años. No ha conocido a su familia, que vive al otro lado. Su madre escapó al exilio, pero ahora ha muerto. "Espero poder ir, aunque sea con las visitas de la ONU [plan que impulsa el reencuentro familiar]. Quiero verlos y pisar mi tierra", asegura esta joven, nacida en un territorio que desde 1991 no está en guerra, pero que aún no conoce la paz.

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