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Un diccionario repasa el pensamiento económico en España

Luis Perdices y John Reeder unen economía y cultura desde el siglo XVI

Ir más allá del concepto tradicional de cultura es el reencuentro que proponen Luis Perdices de Blas y John Reeder en su Diccionario de pensamiento económico en España, 1500-2000 (Síntesis). "Ampliar esas fronteras y divulgar la importancia del papel desempeñado por las culturas científicas, políticas o económicas en la formación de cultura y de identidad de un país" es el objetivo primordial de estos dos economistas de la Universidad Complutense, que ayer presentaron su libro, en el que colaboraron 10 especialistas, en el Colegio de Economistas de Madrid.

El diccionario ofrece un panorama del pensamiento económico en España, biografías de sus teóricos, de su formación, de sus aportaciones y de la manera como se han asimilado e incorporado las ideas internacionales en el ámbito nacional y cómo se han pasado de un país a otro. "Aparte de una aportación a la historia de las ideas de España y su cultura, queremos recordar que los economistas son parte de la misma cultura como podrían ser los dramaturgos, los pintores o los filósofos", insiste Reeder, profesor de Cambridge y asociado extranjero en la Complutense.

Pero el libro "no pretende reivindicaciones nacionalistas; sólo hemos constatado un hecho, la manera en que se ha desarrollado el pensamiento económico en España, y contribuir al conocimiento general e integral de la cultura de un país", asegura Perdices. Para el catedrático madrileño, de la misma manera que se sabe quiénes son Lorca o Picasso, también es importante tener una idea de personas, escuelas o tendencias fundamentales en la economía u otro sector.

Bajo esa premisa, este recorrido por los últimos cinco siglos de economía recuerda, por ejemplo, que es en los siglos XVI, XVII y XVIII cuando España goza de un pensamiento autóctono y original, gracias a los escolásticos, los arbitristas y los ilustrados como Jovellanos. Mientras en los siglos XIX y XX el destino es más de adaptación de ideas extranjeras, y el de las últimas décadas de interrelación con la comunidad internacional.

Herencias y paradojas

Es una historia cultural llena de paradojas y de grandes herencias de la economía mundial. En España está la prehistoria del valor subjetivo y el análisis de los deseos del consumidor, según las teorías de los escolásticos salmantinos del siglo XVI; al igual que el intento de integrar la teoría del valor y la del dinero. Una aportación de carambola debido a que "a los escolásticos lo que les preocupaba eran los temas morales del hombre, entre ellos los dedicados a los negocios, y saber si obraban de manera lícita o no. Así, al reflexionar sobre estos asuntos, terminaron por analizar los entresijos de la economía", cuenta Perdices de Blas.

El diccionario recuerda, además, que la economía española estuvo desde finales del siglo XIX y hasta antes de la Guerra Civil en desconexión con el pensamiento internacional. Ello se reflejó en la falta de traducciones de grandes teóricos, con casos como el de que los liberales y marxistas españoles no tuvieran buenas ediciones de El capital, de Marx, hasta los años setenta, y de otros libros básicos hasta épocas tardías.

Pero las cosas han cambiado y España está hoy conectada totalmente con la comunidad científica internacional. Según Reeder, "ya no hay pensamiento autóctono como tal, pero el país está insertado en las diferentes corrientes de desarrollo económico. Los economistas españoles forman parte de esa comunidad internacional y no tienen nada que envidiar a esas corrientes".

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