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LA POSGUERRA DE IRAK

La familia del cámara de Tele 5 rechaza la versión de EE UU del ataque en Bagdad

Reporteros sin Fronteras califica de "falso" el informe sobre la muerte de José Couso

Guillermo Altares

La familia de José Couso, el cámara de Tele 5 fallecido el 8 de abril en Bagdad por el disparo de un tanque estadounidense, rechazó ayer el resultado del informe del Pentágono, que concluyó que la muerte del periodista fue un acto de "defensa propia". "No nos damos en absoluto por satisfechos", señaló Javier Couso. La organización Reporteros sin Fronteras calificó el informe de "falso" y señaló que contradice los datos de todos los testigos. La familia recibió el documento en la noche del martes, a pesar de que el Ministerio español de Asuntos Exteriores lo tenía desde el lunes.

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Sin ningún membrete oficial, el documento del Pentágono que llegó a la familia Couso ocupa un folio bajo el título de "Resultado de la investigación del Mando Central sobre el incidente en el Hotel Palestina". No tiene entrecomillados, ni testimonios. El "incidente" es la muerte de José Couso, de 38 años, padre de dos hijos, y del cámara ucranio de Reuters Taras Protsyuk, de 35 años, el 8 de abril en Bagdad, por el disparo de un carro de combate MIA1 Abrams contra el hotel Palestina, donde se alojaban la mayoría de los periodistas extranjeros en la capital.

El ataque tuvo lugar un día después de la llegada de las tropas de EE UU a Bagdad, cuando estaban apostadas en la orilla oeste del Tigris y se encontraron con fuertes bolsas de resistencia. "Los informes llegaban constantemente a la Compañía A sobre el incremento de los movimientos del enemigo en la orilla este del Tigris. Posteriores informaciones hablaban de la presencia de potentes misiles antitanque", señala el documento. Según el Pentágono, las tropas interceptaron comunicaciones del enemigo que señalaban que el ataque "estaba siendo dirigido por un vigía desde el otro lado del Tigris".

"Sometido a intenso fuego de morteros, granadas antitanque RPG y misiles, el Mando pidió a sus tropas que localizasen al vigía en los edificios de los alrededores", prosigue el texto. "Un miembro de la Compañía detectó a alguien con prismáticos en el balcón de una habitación elevada de un edificio alto (...). Un disparo de 120 milímetros fue lanzado contra esta posición. Inmediatamente después, las transmisiones enemigas interceptadas indicaron que el observador había sido alcanzado y cesó el fuego". Sólo "algún tiempo después", los soldados supieron que habían disparado contra el Palestina.

"Investigación de pacotilla"

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Después de leer el informe del Pentágono, la familia rechazó tajantemente sus conclusiones. "Queremos que el Gobierno ordene una investigación independiente. Mientras tanto, vamos a continuar con nuestras protestas", dijo Javier Couso. "Es una investigación de pacotilla y nos parece increíble que sea la primera respuesta que obtenemos del Ministerio de Exteriores desde que, el 10 de abril, nos dirigimos a la ministra para pedir explicaciones", agregó.

Robert Ménard, presidente de Reporteros sin Fronteras (RSF), señaló ayer a la agencia France Presse que la versión estadounidense es "falsa". Al igual que la familia del cámara español, reclama una investigación independiente. Reuters, por su parte, ha dicho que el informe recibido por las familias es un resumen y pidió al Pentágono que difunda el documento en su totalidad. El PSOE calificó el documento de "intolerable e inadmisible" y censuró en una nota de prensa la "absoluta frialdad, rayana en el desprecio, con que Exteriores trata a la familia" de Couso.

Hasta ahora, la única investigación independiente ha sido realizada por la organización Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). Está basada en los testimonios de una docena de enviados especiales, entre ellos dos empotrados con las tropas de EE UU que escucharon las comunicaciones militares. Su conclusión es que el ataque "no fue deliberado, pero sí evitable". El documento del Pentágono no responde a ninguna de las preguntas del CPJ: la afirmación de que las tropas respondieron a fuego enemigo proveniente del Palestina no se sustenta en ninguna prueba y contradice los testimonios de los cientos de periodistas presentes en el hotel; cómo es posible que el carro de combate, grabado por una televisión francesa, apuntase al hotel durante 10 minutos sin percatarse de la presencia de periodistas en los balcones -durante la grabación, además, no se escucha ningún impacto-; por qué no se informó a las tropas de un objetivo claramente civil, un dato que los mandos conocían ya que reaccionaron con indignación tras el disparo.

Los informes completos del Pentágono y del Comité para la Protección de los Periodistas están disponibles en www.elpais.es.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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