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Cabrera Infante considera una "monstruosidad" las condenas en Cuba

El escritor Guillermo Cabrera Infante (Gibara, Cuba, 1929) calificó ayer de "monstruosidad" las condenas impuestas en la isla al poeta y periodista Raúl Rivero y a otros disidentes. Cabrera Infante, que acudió a Sevilla a un Encuentro de Autores Latinoamericanos, organizado por la Fundación José Manuel Lara y la Editorial Seix Barral, hizo hincapié en la enormidad y arbitrariedad de las condenas. "La relación entre la culpa y la expiación de la culpa es monstruosa. Son más de mil de años de cárcel para esta gente", explicó el autor de Tres tristes tigres. "Es un montaje completo", agregó.

El escritor cubano recordó que "Raúl Rivero lo ha hecho todo destapado; no ha llevado ninguna actividad contrarrevolucionaria disfrazada". "La monstruosidad es tan evidente que no se puede eludir", dijo. Cabrera Infante señaló las pésimas condiciones del encarcelamiento de los disidentes. "Si la situación es difícil en la calle, en la cárcel debe ser terriblemente onerosa, por decirlo suavemente". Cabrera Infante mostró cierto escepticismo ante las protestas de la izquierda europea contra la dictadura de Fidel Castro. "La izquierda europea se quita la venda de los ojos y después se la vuelve a poner. Se olvida de lo que ha dicho ayer. Es muy falible", comentó.

Homofobia

El escritor cubano recordó la enfurecida reacción de Castro después de que unos locutores de una emisora de Radio de Miami simularan la pasada semana que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le llamaba por teléfono. Al enterarse de que era una broma Castro respondió así: "¿En qué caí comemierda? ¿En qué caí mariconzón? Vete para el coño de tu madre". Cabrera Infante se centró en el apelativo de "mariconzón" utilizado por Castro para destacar su carácter homófobo. El escritor señaló que "es muy revelador todo ese lenguaje", máxime cuando Cuba ha emprendido medidas liberalizadoras para los homosexuales después de las persecuciones a que fueron sometidos hace décadas. "Ahí se ve lo que Fidel Castro siente ante los homosexuales", rubricó Cabrera Infante.

El escritor se mostró partidario de no hablar exclusivamente de política. Y su deseo se hizo realidad. Cree posible un segundo boom de la literatura latinoamericana. "Boom es un nombre un poco aparatoso y artificial que ha quedado como una especie de hito. El nombre es resonante", indicó. Los jóvenes escritores latinoamericanos "pueden", a su juicio, "ser nietos o hijos del boom". "Hay una continuidad no consanguínea, pero sí literaria", añadió. Cabrera Infante elogió la labor de jóvenes escritores como los mexicanos Jorge Volpi e Ignacio Padilla. "Seix Barral y Alfaguara son las dos editoriales que se han encargado de establecer el nexo entre la vieja y la actual generación de autores latinoamericanos después de que hubiera una especie de hiato", concluyó el autor.

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