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ACOSO A SADAM

Francia no enviará tropas al Golfo hasta que no lo decida el Consejo de Seguridad

París apoya la prórroga de inspecciones reclamada por el Organismo de la Energía Atómica

Refrenar el ímpetu bélico estadounidense e impulsar una mayor cooperación de Sadam Husein: tal es el doble objetivo del Gobierno francés, protagonista ayer de iniciativas contra la escalada en Irak. La ministra francesa de Defensa, Michèle Alliot-Marie, aseguró que su país no enviará fuerzas al golfo Pérsico "hasta que el Consejo de Seguridad haya decidido ir a la guerra", lo que será sólo "el último recurso". El director del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, encontró una acogida positiva en París a su petición de prorrogar varios meses las inspecciones en Irak.

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Hasta ahora se atribuía un carácter decisivo al informe que los inspectores de la ONU deben presentar el próximo día 27. Pero el responsable de la OIEA obtuvo la comprensión de las autoridades de Francia -que preside este mes el Consejo de Seguridad- para que la sesión del próximo día 27 sólo tenga el carácter de "informe de etapa".

¿Cuánto tiempo adicional necesitarán los inspectores? "Depende de la cooperación que recibamos de Irak y también de los datos que proporcionen los países en posesión de informaciones sobre los programas de armamento de Irak", contestó El Baradei tras entrevistarse con el ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin, y con la propia Alliot-Marie.

Las autoridades francesas no dudan de que Estados Unidos está preparado para un ataque unilateral; pero juegan con la idea de que, "diplomática y psicológicamente", Washington necesita el apoyo de la comunidad internacional. "Creo que Bush es sincero cuando dice que no ha tomado una decisión", reflexiona la ministra francesa de Defensa. "Lo que se comprueba es que cerca de él hay personas que no quieren la destrucción de las armas, sino la de Sadam Husein e incluso ir más allá".

"Francia no tiene ninguna simpatía por Sadam Husein", aclara inmediatamente la ministra, "pero corresponde a los pueblos escoger a sus dirigentes y no a una instancia internacional. Es normal querer desmantelar las armas de destrucción masiva, tanto si las tiene Irak como Corea del Norte, pero no se trata de derribar regímenes".

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Alliot-Marie, persona de toda confianza de Jacques Chirac, aprovechó ayer una reunión con corresponsales de diarios europeos para despejar la duda provocada por una exhortación del presidente de la República a los ejércitos de que se preparen a toda eventualidad. La ministra atribuyó esa duda a "una mala interpretación". Admitió que el portaviones Charles de Gaulle saldrá de maniobras a finales de enero y otras fuerzas francesas tienen programados otros ejercicios, pero no en función de un ataque a Irak.

Legalidad internacional

"Si Irak tiene armas de destrucción masiva, deben ser eliminadas porque representan un peligro para el conjunto de los países", argumentó. "Si los inspectores [de la ONU] nos dicen que no tienen libertad para saber si esas armas existen, el Consejo de Seguridad debe tomar una decisión y en ese caso las opciones van hasta la guerra". Pero "nadie puede saltarse la legalidad internacional; si un país lo hace, no habrá razones para oponerse a que otros lo hagan también".

La guerra implica un riesgo para las poblaciones civiles y un peligro de desestabilización de los países vecinos, así como "daños colaterales, como el recrudecimiento del terrorismo internacional", siempre en palabras de Alliot-Marie. Preguntada sobre si existen informaciones en el sentido de que el régimen de Sadam Husein respalda acciones terroristas, contestó que ella recibió información en Washington en el sentido de que Irak "podría" estar ayudando a las familias de los terroristas suicidas palestinos. "Es una información de procedencia estadounidense", recalcó.

En todo caso, París intenta usar el conflicto de Irak como fondo para avanzar en la construcción de la "Europa de la defensa". El canciller de Alemania, Gerhard Schröder, se comprometió durante la campaña electoral a no enviar tropas a Irak, ni siquiera en el caso de que el Consejo de Seguridad decida ir a la guerra; su actitud es más radical que la francesa, pero existen negociaciones muy avanzadas para celebrar en pocos días un compromiso renovado de concertar sus respectivas políticas exteriores y de defensa.

París tampoco descuida sus relaciones con el Gobierno español -Federico Trillo almorzó ayer discretamente con Michèle Alliot-Marie en París-, mientras se regocija de la reciente declaración del presidente en ejercicio de la Unión Europea, el griego Costas Simitis, a favor de "una solución pacífica" a la crisis de Irak, convertida en la prueba de fuego de si es posible una actitud común europea ante las demostraciones de fuerza que Washington realiza sin informar a sus aliados -salvo a los británicos- de qué es lo que les impulsa a actuar así.

Un inspector de armas de la ONU examina un pequeño refugio en la fábrica Al Amer, en la provincia iraquí de Ramadi.
Un inspector de armas de la ONU examina un pequeño refugio en la fábrica Al Amer, en la provincia iraquí de Ramadi.AP

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