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La familia Miró acusa al PP de censurar a Gloria García Lorca

La fundación de Palma anula una muestra de la artista, concertada por el anterior director

"Es una desfachatez y una actitud caciquil". Gloria García Lorca, sobrina del poeta, se muestra "desconcertada" ante la anulación por el Ayuntamiento de Palma de la exposición de esculturas y cerámicas que hoy debía inaugurar en la Fundación Miró. La muestra fue concertada en 2001 por el anterior director, Aurelio Torrente, destituido por el PP. "Es un acto de censura", dice la familia Miró, que hoy boicoterá los actos del décimo aniversario del centro.

"La mayoría conservadora ha vaciado la fundación del espíritu mironiano"

Los herederos del pintor han emprendido una nueva batalla contra los actuales rectores municipales de Palma."El PP, con la negativa a mostrar la instalación de García Lorca, programada por Torrente y aprobada por la comisión de la fundación, ejerce una política de censura hacia la artista, actúa contra la trayectoria del anterior director y, de paso, menosprecia a la propia familia Miró", aseguró ayer tarde Joan Punyet Miró, nieto del artista.

Gloria García Lorca tiene listas las piezas de cerámica que fueron pensadas exclusivamente para la instalación en la Fundación Miró. El proyecto fue debatido y visado por la Fundación el 9 de noviembre de 2002. "Para un artista supone tiempo y mucho esfuerzo crear una obra de estas características", indicó la artista. La familia Miró culpa directamente de lo ocurrido al equipo del PP que tomó el control de la fundación en septiembre de 2002, tras la destitución del director Aurelio Torrente, cuyo contrato no fue renovado. Dolors Miró y los nietos del artista Emilio, Joan y Teo decidieron entonces desnudar la fundación descolgando los cuadros originales de Miró y dos esculturas que tenían en depósito, tras las gestiones realizadas por Torrente.

"Mientras protestábamos por la deriva del centro y retirabámos nuestras obras, en una comisión de Gobierno celebrada sin nuestra presencia, se decidió, sin más, arbitriamente, incumplir un compromiso y no celebrar la exposición de García Lorca", señaló Joan Punyet.

Torrente mostró ayer su malestar: "Estoy muy extrañado por la decisión política de ruptura de un compromiso con un artista. En un museo jamás se incumple un programa de exposiciones gestadas ni se deja a un autor a la deriva".

La artista implicada relató que recibió una carta de ruptura unilateral de la teniente de alcalde de Cultura, Carmen Feliu, presidenta de la Fundación y que ha asumido la dirección desde la salida del anterior director. Por su parte, Feliu sostiene que la muestra no estaba aprobada.

"No me han dado ninguna explicación y tampoco hemos hablado de un posible aplazamiento de la muestra", indica García Lorca. "Desde que en 1972 inicié mi trayectoria nunca me había ocurrido algo semejante. Es surrealista, delirante, y muestra una gran falta de profesionalidad. He trabajado más de un año y he gastado los 7.212 euros presupuestados y no cobrados".

Los sucesores de Miró consideran que sus abuelos dejaron a la ciudad de Palma un legado en obra, edificios y terrenos valorado en 60 millones de euros, un gesto de altruismo que debería ser respetado y considerado. "La mayoría conservadora ha vaciado la fundación del espíritu mironiano para convertirla en una sede de muestras insípidas y pura mercancía electoral", recalca Punyet.

La instalación vetada debía ser uno de los ejes de las celebraciones previstas para hoy -hace 10 años de la apertura del complejo, proyectado por Rafael Moneo-, que ahora se ciñen a la presentación de seis telas de Miró cedidas temporalmente por el Museo Reina Sofía, más una muestra de grabados y un concierto nocturno de música de vanguardia.

Los herederos de Miró -la hija de Miró, Dolors, y los nietos Emilio, Joan y Teo- no asistirán hoy a los actos convocados para celebrar el aniversario. Joan Punyet explicó que tras el cese de Torrente y la ruptura de la familia intentaron el pasado otoño restablecer las relaciones. "No fue posible. Han convertido la fundación en pura mercancía electoral".

Para los nietos de Miró, el PP quiere "desvincular su obra del aspecto militante republicano de Joan Miró, que fue un simpatizante socialista y un luchador por las libertades. Intentan poner un bozal a su pintura para que deje de ladrar", agregó.

Los herederos del pintor catalán reclaman que se lleve a cabo "un concurso público para elegir un director nuevo y que no quede el centro en manos de un político". La familia pide también que se invierta un millón de euros anuales de las arcas municipales en las actividades del centro.

Joan Punyet y Emilio Fernández, que gestionan la herencia de su abuelo y controlan la entidad que tutela su imagen y derechos, Sucesión Miró, esperan que las elecciones municipales de mayo de 2003 sellen esta etapa "aciaga" sobre la primera entidad de arte actual de Mallorca.

Retirada de una pieza de  la Fundación Miró de Mallorca por orden de la familia.
Retirada de una pieza de la Fundación Miró de Mallorca por orden de la familia.B. RAMÓN
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