Sánchez Robayna vuelca su mundo en un poema filosófico y en sus diarios

'Aunque dispuesto en piezas distintas, se trata en realidad de un único poema extenso de carácter filosófico'. Andrés Sánchez Robayna (Las Palmas, 1952) se refiere a El libro, tras la duna (PreTextos), que apareció hace ya unos meses. Ahora, el escritor canario publica Días y mitos (Fondo de Cultura Económica), que reúne los diarios que ha escrito entre 1996 y 2000.

'No hay una gran tradición en nuestra literatura de poemas filosóficos', explica Sánchez Robayna. 'Está Pasado en claro, de Octavio Paz, y poco más. En mi libro, la idea de formación, a la manera del Bildungsroman [novela de formación], es esencial. El poema da cuenta de la iniciación a la vida, pero también de la iniciación al conocimiento poético. De lo que trato es de desentrañar el proceso de formación de la conciencia poética, del papel que desempeña la memoria, de recuperar los instantes cruciales. Lógicamente, el acento está puesto en la infancia, adolescencia y juventud, pero no únicamente'

Andrés Sánchez Robayna reconoce su deuda esencial con Wordsworth y subraya la importancia que en el libro tienen los acontecimientos históricos. Y es que en sus versos se funden con frecuencia la presencia del mundo inmediato con una mirada de carácter más abstracto. Junto al afán de arañar los meandros del tiempo, la presencia del Mayo del 68, del holocausto o de la muerte de Franco.

'El yo poético se encarna siempre en una historia colectiva, y por eso hay en mi libro una dialéctica entre el yo y los otros, entre el yo y la historia', dice Sánchez Robayna. 'En ese cruce de caminos entre el mundo privado y el desorden de la realidad, un problema insoslayable es el del mal. Lo abordo desde las enseñanzas de los gnósticos, que se han ocupado de la fundamentación del mal en el ser humano y han mostrado cómo forma parte de su naturaleza'.

Más allá de todas estas cuestiones que forman la médula espinal de El libro, tras las dunas, la poesía de Sánchez Robayna sigue alimentándose de sus viejas preocupaciones, que él define de forma sintética: 'El conocimeinto, la luz, el eros de la reminiscencia, la naturaleza, la muerte'.

De Días y mitos, el segundo volumen que publica de sus diarios, Sánchez Robayna comenta que los suyos están sobre todo cerca del Zibaldone, de Leopardi, y que 'más que ser el recuento de la propia vida, pretenden ser un análisis del significado de las cosas cotidianas'.