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España apenas perderá fondos de la UE al retrasar la entrada de los candidatos más pobres

Seis comunidades autónomas seguirán percibiendo ayudas entre 2000 y 2006

Carlos Yárnoz

Los temores de España a perder buena parte de los fondos regionales europeos, tras la entrada en la Unión Europea (UE) de países más pobres, empiezan a disiparse. Entre 2000 y 2006, las 11 regiones españolas menos favorecidas -incluidas en el Objetivo 1- recibirán 41.269 millones de euros (6,9 billones de pesetas). La entrada de los actuales 12 países candidatos supondría automáticamente que sólo Extremadura y Andalucía siguieran teniendo derecho a esos fondos vitales para ellas. Pero los Quince van a retrasar la incorporación de Rumania y Bulgaria, los dos más pobres. Gracias a ello, se prevé que seis regiones españolas sigan percibiendo esas ayudas entre 2000 y 2006.

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Tema:: La nueva Europa

La Comisión Europea presentará el miércoles su primer informe sobre las consecuencias de la ampliación en el reparto de esos fondos y las ideas iniciales sobre cómo distribuirlos a partir de 2006. Se trata del Primer informe de valoración sobre la cohesión económica y social, elaborado por el comisario Michel Barnier con la colaboración de Franz Fischler (Agricultura) y Anna Diamantopoulou (Trabajo).

El informe destaca que la ampliación prevista de la UE al centro y Este de Europa disparará las diferencias de riqueza entre regiones por tratarse de países menos ricos. La población de la Unión crecerá en un 30% (de 375 a 481 millones de habitantes), pero el PIB total apenas aumentará un 7%. En 2000, por ejemplo, la UE fue capaz de generar tres millones de empleos, pero en los países candidatos aumentó el paro en 600.000 personas, pese a que su ritmo de crecimiento medio fue superior (3,2% frente a 2,4% entre 1994 y 1999).

La Política de Cohesión europea resulta fundamental para limar esas enormes diferencias y los fondos regionales previstos en el Objetivo 1 son el principal instrumento. Entre 2000 y 2006, la UE destina 217 euros por habitante a esas regiones. Su efecto económico es enorme. Irlanda, que ha sido uno de los más beneficiados desde 1989, es un buen ejemplo: su renta media por habitante en 1988 era el 64% de la media de la UE y en 2000 llegó al 119%. Algo similar ha ocurrido en España, cuya renta media global es ya del 84% con respecto a la de la Unión. La cifra supera sólo ligeramente el 40% en el caso de los candidatos.

Hoy, el requisito para acceder al Objetivo 1 es que la renta media por habitante esté por debajo del 75% de la media europea. Cuando en 1999 se pactaron los repartos para 2000-2006, 11 regiones españolas cumplían el requisito -Galicia, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Murcia, Ceuta y Melilla, Comunidad Valenciana, Cantabria, y Canarias-. Las tres últimas superarán el límite para el periodo 2000-2006, aunque la Comisión propone que no sufran un corte total de ayudas, sino que se les reduzcan poco a poco. Canarias, además, tiene un régimen aparte.

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El problema mayor se deriva para aquellas regiones españolas que, debido al efecto estadístico que supondrá la entrada de países y regiones más pobres, superarán ese límite del 75% de renta media tras la ampliación, cifra que no superarían si la UE siguiera teniendo 15 miembros. Si en 2004 entraran los 12 candidatos, las regiones españolas subirían tanto la media que sólo dos (Andalucía y Extremadura) tendrían derecho a fondos estructurales. Pero los líderes europeos bendijeron en la cumbre de Laeken que sólo 10 de los 12 candidatos (todos menos Bulgaria y Rumania, los más pobres), estarán en condiciones de incorporarse a la UE en 2004. Esos dos entrarán, en todo caso, a partir de 2007, cuando el reparto de ayudas haya sido pactado en 2006.

Gracias a eso, sólo dos regiones españolas, Castilla y León (que recibirá 4.702 millones de euros entre 2000 y 2006) y Asturias (1.842) quedarán excluidas en el siguiente periodo. Para darse una idea de la pobreza de Bulgaria y Rumania, el informe de la Comisión señala que, en un cálculo con una UE integrada por los 27 Estados, las cuatro regiones más pobres de la Unión serían rumanas, con una renta media inferior al 25% de la europea. Extremadura ocuparía el puesto 50º (59,8% de renta media), y Andalucía, el 64º (69,3%), las únicas españolas por debajo del 75%.

Sin incluir a Rumania y Bulgaria, Extremadura ocuparía el puesto 36º en la lista de regiones más pobres (con un 57% de renta media); Andalucía, el 50º (66%), y Castilla-La Mancha, el 56º (71,6%). Las tres, por tanto, junto con Ceuta y Melilla (72%), Galicia (72,6%) y Murcia (75%), seguirían por debajo del 75%.

Los más ricos

La lista de regiones más ricas, por el contrario, está encabezada por Londres (297% de la renta media de la UE), Bruselas-capital (251%), Luxemburgo (214%) y Hamburgo (211%). La Comunidad de Madrid (128,9%), en el puesto 42º, es la primera región española en ese grupo.

Ante esto, la Comisión propone elevar al 0,45% de los presupuestos comunitarios (hoy el 0,23%) el capítulo dedicado a ayudas regionales. 'El esfuerzo del 0,45% es una referencia por debajo de la cual la credibilidad de la futura Política de Cohesión sería puesta en entredicho', señala el informe de la Comisión. Por el contrario, países como Alemania u Holanda, contribuyentes netos, prefieren reducir sus aportaciones, especialmente en ese capítulo.

Pero para la UE es básica la Política de Cohesión y la reducción de desigualdades. Con una UE de 15 Estados, 36 millones de habitantes viven hoy en regiones con rentas medias inferiores al 75% de la media de la UE. En una Unión con 25 serán 115 millones y, con 27, 146 millones.

Todos los cálculos de la Comisión son sobre estadísticas de 1999, las últimas oficiales y contrastadas. Aunque su documento no incluye proyecciones futuras, fuentes oficiales estiman que las variaciones sobre los resultados no serán muy significativas.

Hábil respuesta a Aznar

El presidente del Gobierno, José María Aznar, estaba tan preocupado el año pasado por la posible pérdida de la mayoría de fondos europeos que se precipitó en enviar a la UE un memorando en el que exigía que los Quince trataran de aminorar o incluso anular el efecto estadístico derivado de la ampliación. Supuso un grave enfrentamiento con Alemania, resuelto con la decisión de los Quince de que la Comisión Europea diese una respuesta este mes. Lo hará el miércoles con el documento sobre cohesión. En él se dice que a partir de 2006 hay cuatro opciones de reparto de las ayudas. La primera consiste en mantener intacto el límite del 75% de la renta media para tener acceso a esos fondos. La segunda sería aplicar dos niveles de paulatina reducción de fondos para las que superaran el 75%: una más fuerte para las que saldrían incluso sin la ampliación, y otra para las víctimas del efecto estadístico. La tercera vía sería la de elevar el listón del 75% a otro porcentaje superior. La última consiste en seguir haciendo un cálculo de renta entre los 15 Estados actuales de la UE y otro para el resto. Nadie apoya esta fórmula por discriminatoria.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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