_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Trabajamos en pie de igualdad'

(...) Que en el marco de la visita de Estado haya V. E. reservado un espacio para venir a esta Casa expresa por sí solo la conciencia que V. E. tiene de lo que la Lengua supone como patria común de los pueblos hispánicos, y de lo que al servicio de su unidad hacen la Real Academia Española y las Academias hermanas que con ella integran la Asociación de Academias. Conciencia, también de la función que México puede y debe cumplir en servicio a la lengua como primer país en número de hispanohablantes -cuatro de cada diez de ellos son mexicanos-, y sede de algunas de las mayores empresas de comunicación audiovisual en español.

Estoy seguro de no exagerar si afirmo que este acto tiene simbólicamente un carácter histórico de gratitud hacia México. Porque fue un académico de la Española nacido en México, don Fermín de la Puente y Apezechea, quien redactó el informe que iba a servir de base para que en 1870 la Real Academia Española acordara promover el nacimiento de Academias Correspondientes en Hispanoamérica. La independencia política había dado lugar en las jóvenes Repúblicas a conatos de independencia lingüística y se sucedieron los proyectos de creación de una 'Academia de la Lengua Hispanoamericana', contrapuesta a la Española. Bien es verdad que figuras tan claves como don Andrés Bello defendieron a ultranza, y con autoridad decisiva, la necesidad de mantener la unidad del idioma por encima de cualquier diferencia política.

Eso era lo que argumentaba en 1870 el mexicano De la Puente y Apezechea: se han roto los lazos políticos; puede, incluso, prescindirse de la tradición histórica; ha habido un periodo de hostilidad. Pero hablamos la misma lengua, y si ésta ha servido como vehículo de oposición y odio, debe ser en adelante instrumento de entendimiento y enriquecimiento mutuos. Y así nacieron, una a una, las Academias hispanoamericanas que, codo a codo con la Española, trabajan al servicio de la unidad del idioma.

En 1951 -se cumple, pues, ahora medio siglo-, dando cauce a una idea de la Academia mexicana, el presidente Miguel Alemán convocó en México un Congreso de Academias del que iba a surgir la Asociación de Academias. Aunque era la nuestra la primera invitada, no pudo asistir porque, para permitir el viaje el Gobierno de Franco exigió como condición que México rompiera relaciones con el Gobierno de la República española en el exilio. Ello no fue obstáculo para que las Academias hermanas, superando algún comprensible recelo, ratificaran su adhesión a la Española, poniendo una vez más por encima de cualquier diferencia política la necesidad de trabajar unidas.

En este mismo salón, señor presidente, iba a pronunciar Dámaso Alonso, en 1956, en el II Congreso Internacional de la Asociación de Academias, un revolucionario discurso en el que proponía cambiar el lema dieciochesco -'Limpia, fija y da esplendor'- por otro que propugnara el servicio a la unidad del español. Por más que aquel viejo lema continúe en nuestras medallas, la realidad es que las 22 Academias de la Lengua Española trabajamos ahora con entusiasmo en ello.

Con el soporte de un gran banco de datos léxicos del español universal, que en estos momentos supera los 270 millones de registros, hemos consensuado la reciente edición de la Ortografía y hemos preparado la nueva edición del Diccionario, cuyo primer ejemplar, siguiendo la tradición, entregaremos mañana a S. M. el Rey. Hemos preparado para V. E. un ejemplar que lleva grabados en la portada los escudos de México y España. Es símbolo expresivo de una característica propia de esta 22ª edición, que, por primera vez, lleva inscritos en su contraportada los nombres de las 22 Academias hermanas. Cada una de ellas, además de contribuir a la revisión general del Diccionario -más de dos tercios de sus artículos han sido enmendados- y de examinar numerosas adiciones comunes, ha hecho la revisión, una a una, de los correspondientes americanismos y preparado la incorporación de miles de nuevos artículos y acepciones. Permítame, señor presidente, que agradezca aquí en la persona de don José Luis Martínez, maestro ejemplar, la tarea del equipo de la Academia mexicana que, bajo la guía inmediata de don Guido Gómez de Silva, ha propiciado la fijación de 2.433 artículos, 2.895 acepciones y otras tantas marcas mexicanas (...).

Trabajamos ahora, en pie de igualdad, en la redacción de una nueva Gramática oficial, de un Diccionario panhispánico de dudas, de un Diccionario del estudiante... Y, como apremiados por el deseo de servir eficazmente a la unidad del idioma, llegamos a Valladolid con nuevos y muy importantes proyectos entre manos.

Hacemos aquí parada en el camino para reconocer lo que la Asociación debe a México. Acabo de decir 'en pie de igualdad'. En el Congreso celebrado en 1998 en Puebla de los Ángeles -una vez más, de nuevo, México- se modificaron los Estatutos de la Asociación, no para responder a una reivindicación como la que en 1951 había formulado el gran escritor Martín Luis Guzmán, sino para reconocer un hecho: que todas y cada una de las Academias que la integramos somos iguales en hermandad y que la Española cumple sólo el objetivo papel del 'primus inter pares' por razón de antigüedad (...).

Cuando en 1954 ingresó el autor de El águila y la serpiente, Martín Luis Guzmán, en la Academia Mexicana confesaba su definitiva verdad: 'Creo, con infinita reverencia y ternura hacia la rama vencida, en el origen de mi estirpe, en la fecundidad de la madre España, preconizadora del concepto universal del hombre, creadora de naciones allí donde la codicia del colonizador pudo no dejar ni rastro de los pueblos sometidos'. Vuestro y nuestro Octavio Paz explicó que ese capítulo de la historia 'podría reducirse a la de las relaciones entre las palabras y el pensamiento. Cosas y palabras -añadía- se desangran por la misma herida. Se olvida con frecuencia que, como todas las creaciones humanas, los imperios, los estados están hechos de palabras, son hechos verbales'.

También, claro está, la realidad mestiza en México. 'La intérprete pero también la amante de Cortés, la Malinche -es ahora Carlos Fuentes quien habla- estableció el hecho central de nuestra civilización, mezclando el sexo con el lenguaje. Ella fue la madre del hijo del conquistador, simbólicamente el primer mestizo. Madre del primer mexicano, del primer niño de sangre española e indígena. Y la Malinche parió hablando esta nueva lengua que aprendió de Cortés, la lengua española, lengua de la rebelión y la esperanza, de la vida y de la muerte, que habría de convertirse en la liga más fuerte entre los descendientes de indios, europeos y negros en el hemisferio americano'.

En el Museo de Antropología al que vuelvo cada vez con devoción religiosa, me emociona siempre encontrarme con aquella inscripción: 'Los toltecas eran unos hombres sabios: tenían por costumbre consultar siempre a su corazón'. Cuando hoy los académicos de la Española y de las Academias americanas consultamos a nuestro corazón en estas 'bodas de oro' de la Asociación, oímos en esta su Casa solar el latido que en esa lengua mestiza y rebelde dice: 'Gracias, México'.

Muchas gracias, señor presidente Vicente Fox.

Extracto de la intervención del director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_