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60ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Terenci Moix recupera la magia del cine en un libro sobre las grandes estrellas

El autor recorre en 'Mis inmortales del cine' los años cincuenta de su historia de Hollywood

Aurora Intxausti

Fotograma a fotograma, Terenci Moix (Barcelona, 1942) descubre en su nuevo libro, Mis inmortales del cine (editado por Planeta), a las grandes estrellas del celuloide que brillaron durante una década. Para Moix, esa época fue 'maravillosa', y el final de una forma de trabajo de los grandes estudios y de los contratos a largo plazo que disfrutaban los actores 'fue el final de una época dorada. Se podría definir como el crepúsculo de los dioses'.

En el libro, que presentó ayer en la sede de la Filmoteca Nacional, en Madrid, hace un repaso de la filmografía de actores y actrices de Hollywoood; de los que tenían glamour, de los más elegantes y de los más sensuales. 'Los actores que trabajaron durante esos años en EE UU vivieron una situación especial. Eran diferentes a los de ahora, aunque también se pueden encontrar chicas ingenuas, galanes y rebeldes para el cine. Los prototipos puede que se repitan y se exploten', indica.

En Mis inmortales del cine se afirma que Marilyn Monroe no sólo fue, sino que continúa siendo el gran mito del cine. 'Tenía un algo especial, esa pequeña cosa extra, y sobre todo tenía algo que le hacía brillar en la pantalla. Era un ser que podía ser vulgar en su vida real, pero que era capaz de transformarse cuando la cámara se ponía delante de ella'. Marilyn, añade el escritor, era capaz de 'comerse la cámara, la devoraba. Ese algo lo tiene también la actriz Penélope Cruz, esa comunión con la cámara que no es frecuente descubrir. La prueba es que ha habido muchas imitadoras de Marilyn y no ha triunfado ninguna'.

Moix dedica un capítulo del libro a Orson Welles. 'Como director es un genio. Siempre se escribe de Orson Welles como director y nos olvidamos de que también fue intérprete en muchas películas. Por eso decidí hablar de él', afirma.

La más sofisticada

El escritor tenía especial interés en trabajar sobre esa etapa del cine americano porque, según recuerda, fueron los años de su adolescencia. 'Es la época en la que descubrí el cine, me gustaba el 90% de las películas que se exhibían. Lo que deseaba era hacer un monumento como adolescente a ese ciclo de mi vida'. Anteriormente, Moix había trabajado sobre los años treinta y cuarenta en Hollywood y cree que la primera de esas décadas fue la más brillante de todas, 'aunque en los años cincuenta se hizo mucho cine de aventuras y sentimentales que añadían un encanto especial al cine'. Destaca como dos de sus favoritas Al este del Edén y Rebelde sin causa.El escritor dedica la portada de su libro a Audrey Hepburn. Para él, esta actriz fue la más sofisticada de Hollywood. 'Marilyn tenía glamour y Audrey tenía una sofisticación impresionante, aparte de ser maravillosa'. Alude en su escrito a las mujeres que fueron capaces de tentar en la pantalla. 'La escena de Anita Ekberg en la Fontana de Trevi en la película La dolce vita, de Federico Fellini, es impresionante'.

Resulta difícil desvincular a Terenci Moix del cine. Ahora se ha instalado una pantalla de siete metros cuadrados en el salón de su casa. 'Mi relación con el cine es anterior a que emitiese palabras. Mi madre estaba viendo Luz de gas y empecé a nacer yo. Fue un encuentro estupendo con algo que durante años fue mágico'. Para el escritor, esa magia se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. 'Hay cosas maravillosas en el cine de ahora, pero son cualquier cosas menos mágicas. Hay buenas películas, grandes películas, pero el elemento mágico que a veces era una tontería y te mantenía aferrado a la butaca se ha perdido'. Es crítico con la mayoría de las películas que se producen en EE UU: 'Una parte está hecha para personas con escasa o nula inteligencia o para adolescentes a los que tratan de tontos. Ahora me gustan mucho más las cinematografías orientales, porque me producen más sorpresas que el cine que se hace en Occidente'.

Moix es prudente a la hora de expresar su opinión sobre el panorama cinematográfico español, a pesar de que alaba los trabajos que han hecho algunos de los realizadores más internacionales. 'Me he pasado la vida oyendo hablar del nuevo cine español. Hay buenas películas y buenos realizadores', sentencia.

Terencia Moix, en la Filmoteca Nacional, antes de la presentación de su nuevo libro.
Terencia Moix, en la Filmoteca Nacional, antes de la presentación de su nuevo libro.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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