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Berta Serra narra su fascinación por EE UU en 'El Oeste más lejano'

La autora fue finalista del Premio Herralde 97 con su anterior novela

Tras cosechar elogios unánimes de la crítica con su primera novela, finalista del Premio Herralde de 1997, la escritora Berta Serra Manzanares (Rubí, Barcelona, 1958) ha pasado de El otro lado del mundo a El Oeste más lejano (Anagrama): del paraíso materno de la huerta murciana a la Costa Oeste de Estados Unidos, a la búsqueda de un padre fugitivo. 'Ésta es una novela más de espacios', afirma la autora, 'pero también de personajes, que son lo que más me gusta'.

Además de ese padre desertor, huido de la guerra civil ante la inminencia de la derrota republicana, los otros personajes que pueblan El Oeste más lejano son un buscador de oro y su hija, una mexicana fan de Elvis Presley, un perro y un avestruz que se odian a muerte, un viejo médico indio en lucha por la identidad de su pueblo, una maestra rural, un ex policía y antiguo boxeador, un ingeniero escindido entre dos mundos y dos mujeres... Y en medio de todos ellos, las protagonistas, Leonor y María, que aterrizan en el aeropuerto de Dallas para emprender un viaje tras las huellas del padre. 'He escrito esta novela porque me enamoré del Oeste americano', cuenta Serra Manzanares, que firma siempre sus obras con los dos apellidos en homenaje a su madre. 'Es una tierra impactante: a mí, por ejemplo, después del primer viaje todavía me duró la fascinación para dos más'. Ese viaje, el que recorren las protagonistas del libro, empieza en Dallas y llega hasta la punta más occidental de los Estados Unidos (descontando Alaska), pasando por Tejas, parte de Nuevo México, Arizona [donde está el Gran Cañón del Colorado], Utah y la costa de los Estados de Oregon y Washington, en el Pacífico. Precisamente en ese extremo norte Serra descubrió la reserva de los indios makah, 'una tribu muy poco conocida que siempre se había dedicado a la caza de la ballena'. El impacto de esa tribu, 'y sobre todo de su museo, mucho más atractivo que la mayoría de los museos de reservas indias', fue la causa que finalmente los makah entraran en el argumento a través del viejo médico.

En realidad, El Oeste más lejano transcurre entre dos épocas: finales de los años treinta, cuando Pablo Fuentes cruza Francia hacia el puerto de Brest con destino a Inglaterra, sin saber que el encuentro con un petrolero tejano le cambiará la vida, y finales de los noventa, cuando la búsqueda del asesino de Gianni Versace por parte de las cadenas televisivas va pautando ese recorrido hacia la imagen de un padre al que su hija odió toda la vida sin conocerle. 'De todos modos', asegura Serra, 'así como en mi primera obra reproducía el mundo mítico de la infancia de mi madre en la villa de Lorca, en ésta no hay nada autobiográfico'.

Según Anna Jornet, responsable de Anagrama, 'Berta Serra es el prototipo de autor independiente tan apreciado en nuestra editorial, ya que se presentó un día con un original bajo el brazo sin ningún tipo de recomendación ni de enchufe'. Aunque tiene publicados dos libros de poesía (Frente al mar de Citerea, 1993, y Tu mano que me quiere, 1998), la escritora asegura que la impresión emocional que le causó el Oeste americano no se ha reflejado en nuevos versos, 'seguramente porque la vena lírica se me desvió hacia la novela', y por el momento no tiene intención de abordar de nuevo el género poético.

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