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El Congreso argentino se resiste a dar plenos poderes a Cavallo para sacar al país de la crisis

El ministro propone nuevos impuestos para superar la crisis

Cavallo ha pedido poderes especiales al Parlamento durante un año para afrontar una profunda reforma del Estado. El primer paso sería la aprobación de una Ley de Competitividad que ya está en manos de los congresistas. El ministro ha recordado que hace 10 años consiguió en una semana la luz verde del Congreso para la Ley de Convertibilidad, que estableció la paridad del peso con el dólar y sacó al país de la hiperinflación. En el frente social, los sindicalistas disidentes, que encabeza el camionero Hugo Moyano, mantienen la convocatoria de una nueva huelga general para los días 4 y 5 de abril, mientras los docentes han suspendido las acciones de protesta.

Algunos diputados llegaron a insinuar que la concesión de poderes especiales durante un año equivaldría al cierre del Parlamento. Para otros, habría que reducir el tiempo. Las propuestas de Cavallo han sido recibidas con una actitud más positiva por los principales caudillos del Partido Justicialista (PJ, peronista), en la oposición, que hace menos de una semana rechazaron rotundamente el plan de ajuste propuesto por el anterior ministro de Economía, Ricardo López Murphy. De momento, es sólo una cuestión de actitud. El portavoz del grupo parlamentario justicialista, Humberto Roggero, se encargó de puntualizar que lo único que ha dado el PJ es 'un apoyo parcial' al impuesto a las transacciones financieras. 'El resto está en estudio', añadió.

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El impuesto sobre los débitos y créditos en cuenta corriente es uno de los ejes del plan de Cavallo, que, de entrada, ha generado considerable confusión entre los banqueros. Cada cheque emitido y cada depósito en cuenta corriente se gravarán con un impuesto de hasta el 0,6%. El poder ejecutivo tendrá la facultad de tomar este impuesto a cuenta del pago del IVA y ganancias. Todos los pagos superiores a 1.000 pesos tendrán que hacerse en cheque, tarjeta de crédito u otro medio de pago registrado. Actualmente esta exigencia afecta a las operaciones superiores a los 10.000 pesos. Fuentes bancarias señalaron ayer que el nuevo impuesto permitirá 'una recaudación multimillonaria' y barajaban cifras astronómicas, en torno a los 10.000 millones de dólares. Con estos ingresos, Cavallo se propone bajar otros impuestos y atajar el enorme déficit público.

Junto a estas medidas, el superministro propone encarecer las importaciones de los productos de consumo aumentando los aranceles, eliminar 'impuestos distorsivos' que conspiren contra la inversión, derogar derechos de importación de bienes de capital, sobre todo en lo que se refiere a maquinaria y equipos, y poner en marcha una amplia reforma del Estado.

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En sectores empresariales, como la Sociedad Rural o la Unión Industrial Argentina, los propósitos de Cavallo han sido recibidos con aplausos. 'Ha cambiado el humor de los argentinos'; 'supone un giro de 180 grados en relación con las medidas de López Murphy, que eran recesivas', eran algunas de las frases pronunciadas por empresarios. Pero los mercados no han dado la misma bienvenida a los planes del ministro, como indica la caída de la Bolsa, y, en opinión de algunos economistas, las propuestas no solucionarán los problemas de Argentina. Para el ex ministro Roberto Alemann, el drama de Argentina no es la competitividad, sino el déficit público, que, en su opinión, al finalizar el año superará los 10.000 millones de dólares (unos 1,85 billones de pesetas). 'Esto es lo que definen los tipos de interés', dijo.

En el frente político, el ex presidente Raúl Alfonsín reclama participación de la maltrecha Alianza en el Gobierno. El regreso del Frepaso (Frente del País Solidario) de Carlos Chacho Álvarez es el principal objetivo. Las recientes palabras del presidente Fernando de la Rúa, que anunció al país un Gabinete de unidad nacional, de momento han quedado desmentidas por la realidad. El Frepaso, una agrupación de partidos de centro-izquierda, no está representada en el Gobierno a pesar de que, junto a la Unión Cívica Radical (UCR) de Alfonsín, integra la Alianza, coalición que en 1999 llevó al poder a De la Rúa. El Frepaso decidió retirar a sus dos ministros del Gabinete el pasado viernes, al conocerse los fuertes recortes del gasto público anunciados por López Murphy.

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