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La OTAN divulga en su 'web' las zonas atacadas con uranio

Estados Unidos lanzó más de 10.000 proyectiles con uranio empobrecido desde sus aviones A-10 Thunderbolt en 1994 y 1995 en Bosnia y alrededor de 31.000 en 1999 durante la ofensiva en Serbia, según revelaron fuentes militares atlánticas el pasado diciembre. Italia, el país donde más casos de leucemia y otros cánceres han sido detectados en soldados que combatieron en los Balcanes, solicitó a principios de enero al secretario general de la OTAN, George Robertson, todos los datos disponibles sobre zonas de Bosnia y Kosovo donde se recurrió a esta munición de gran eficacia por su fácil perforación en blindados, utilizada por vez primera en 1991 durante la guerra del Golfo. 'Son los mapas entregados recientemente al Gobierno italiano y a los demás países miembros', aseguró ayer Marc Leity, portavoz del secretario general de la OTAN.

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La Alianza distribuyó un listado, cifrando en 112 los ataques aéreos en los que se empleó este tipo de munición contra 96 objetivos en Kosovo (la gran mayoría de ellos), otros lugares de Serbia y Montenegro. Son datos 'aproximados', que no representan la localización exacta de la acción, basados en los informes de los pilotos. Sin embargo, no facilitó información tan detallada respecto a Bosnia.

La OTAN reiteró ayer el argumento de que no existen pruebas científicas que vinculen los casos de patologías cancerígenas descubiertas en ex combatientes en los Balcanes con el empleo de uranio empobrecido.

'Hasta la fecha, ningún país tiene evidencia de un incremento en la incidencia de enfermedades entre sus soldados destinados en los Balcanes en comparación con las de tropas desplegadas en otras misiones', recalcó ayer por dos veces el norteamericano Daniel Speckard, secretario general adjunto de la OTAN para Asuntos Políticos.

Speckard dirige las labores del comité ad hoc sobre el uranio que la Alianza ha constituido a raíz de la polémica del síndrome de los Balcanes. Se ha reunido ya dos veces y continuará haciéndolo semanalmente durante algún tiempo. 'Se trata de intercambiar información', dijo el alto funcionario.

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El comité está formado por medio centenar de países, incluidos los 19 socios de la Alianza y los participantes en las fuerzas de paz en Bosnia y Kosovo, así como la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la Unión Europea, la Comisión Europea y la Administración de Naciones Unidas en Kosovo (Unmik).

Críticas de Kostunica

Por ahora, la República Federal de Yugoslavia no se ha integrado en los trabajos, si bien Belgrado anunció hace dos semanas su intención de incorporarse. El nuevo presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, se ha mostrado muy crítico y ha acusado a Estados Unidos de haber mentido deliberadamente sobre el riesgo de utilizar munición con uranio empobrecido. Al anunciar la creación de ese comité a principios de mes, lord Robertson dijo que serían también invitadas organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, por el momento ninguna ha participado.

Entretanto, lord Robertson ha respondido a la inquietud que ha suscitado en los Gobiernos de España y Portugal el último dato conocido en la polémica, la presencia de vestigios de plutonio y uranio 236 en esos proyectiles. En una carta dirigida al ministro de Defensa, Federico Trillo, entregada el martes al embajador de España en la OTAN, Juan Prat, el secretario general minimiza el riesgo para la salud que puede acarrear la presencia de transuránidos en esa munición, por hallarse en cantidades mínimas, según los científicos independientes que colaboran con la Alianza.

La OTAN restó ayer importancia a la campaña para una moratoria sobre este tipo de arma. El Parlamento Europeo votó la semana pasada una resolución en tal sentido. La Alianza sostiene que no hay fundamento para implantar esa medida 'cuando en estos momentos no se utiliza'. Más contundente ha sido el jefe supremo de las fuerzas aliadas en Europa, el general norteamericano Joseph Ralston, al afirmar que no vacilaría un instante en utilizarla de nuevo si se produjera un grave incidente en Kosovo.

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