_
_
_
_
_
Crítica:FLAMENCO - JOSÉ MERCÉ
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cantar por cantar

Un desperdicio

Aire, concierto de José Mercé

Con Moraito Chico a la guitarra y grupo.Palacio de Congresos y Exposiciones. Madrid, 28 de diciembre.

El nuevo disco de José Mercé, Aire, repite la fórmula del anterior, que tanto éxito tuviera. Es decir, canciones aflamencadas con fuerte acompañamiento rítmico y estribillos a los que se vuelve una y otra vez, una y otra vez. Y en los momentos de complicidad del público, que son frecuentes, éste acompaña el ritmo con sus palmas y jaleos.Todo está muy bien, puesto que el fin primero de los artistas es comunicarse con la audiencia y llevarla a su terreno. El problema es si para lograrlo rebajan la entidad del producto con el fin de hacerlo asequible a una masa considerablemente mayor de oyentes. Es cierto que en los temas de este concierto Aire afloran estilos flamencos como los tangos y las bulerías, pero en un envoltorio musical que los banaliza, reduciendo su flamencura estrepitosamente.

Que eso gusta a un determinado público, por supuesto, pues de lo contrario no compraría los discos de José Mercé ni acudiría a sus conciertos. Pero los aficionados al cante jondo por derecho, el cante en el que logró fama, prestigio y respeto, piensan que es un desperdicio. Porque Mercé posee el don de una de las voces más flamencas que jamás hemos oído, tiene un rajo cantaor de ensueño y no ha olvidado -ni esperemos que lo olvide- cantar por derecho como es de ley.Afortunadamente, suele hacer en todos sus conciertos una parte en que se atiene escrupulosamente a estos principios. Seguramente comprendió en su momento que no podía, ni debía, abandonar ese cante mayor al que tan deudor se siente como persona y como artista. En el concierto que comentamos, malagueñas, siguiriyas, fandangos, bulerías. Suficiente para dejarnos el testimonio de que aquel gran cantaor, a quien admiramos desde que le oímos por primera vez, cuando era desconocido y comenzamos a escribir sobre él porque nos estremeció su cante, no está acabado.

Fue hace casi dos décadas, otros tiempos, y José Mercé entonces nunca cantaba por cantar, sino que se volcaba en lo jondo, siempre que se subía a un escenario, con todo el ímpetu de su juventud y de su pasión flamenca.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_