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Los creadores visuales se unen para defender sus derechos de autor

"El 5% del producto interior bruto de Estados Unidos lo generan los derechos de autor. Es el sector económico más boyante en este momento y por esto se ha exacerbado la pulsión empresarial para exigirle al autor que ceda todos sus derechos, ya que de esta forma se asegura la rentabilidad, sobre todo en el futuro, cuando Internet pase a ser de pago y puedan sacar grandes beneficios de la gestión y venta de imágenes". Quien habla es Javier Gutiérrez Vicén, director general de VEGAP, la entidad de gestión de los derechos de autor de los creadores visuales, que, a través de su Fundación Arte y Derecho, ha organizado unas jornadas sobre el tema en las que participan juristas y creadores. La novedad de estas jornadas, que se clausuran mañana en Barcelona, es que reúnen a las distintas asociaciones de creadores visuales de todo el país. Artistas plásticos, ilustradores, humoristas gráficos, diseñadores, fotógrafos, videoartistas o infógrafos comparten problemas y objetivos respecto a sus derechos de autoría. "Es la primera vez en mi dilatada vida profesional que vamos a lograr una voz única de todos los creadores visuales", destacaba ayer Antonio Fraguas, Forges, presidente de honor de la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales. El objetivo es crear una plataforma conjunta, que se constituirá mañana, que pretenden que sea el único interlocutor válido ante las instituciones y los políticos. No hay referentes en otros países ni en otras organizaciones porque la situación que se plantea ahora es nueva para todos. "Nuestro único referente es la justicia social", añade Forges.

Efectivamente, la velocidad de los cambios en la utilización de la imagen que conllevan las nuevas tecnologías está dejando a los autores en una situación de indefensión debido a la precariedad profesional -algunos hablaron de "esclavismo"- y a las presiones empresariales para que los autores cedan sus derechos, limitando así la creatividad y la innovación. "No es una defensa corporativa. El tema afecta a toda la sociedad porque si los derechos de autor se gestionan desde los consejos de administración, se acaba con la cultura", dice Norbert Tomás, presidente de la Asociación de Fotógrafos Profesionales.

Ilegalidades

Gutiérrez pone algunos ejemplos. Microsoft tiene una empresa filial, Corbis, que ha comprado, entre otros, los derechos de explotación de imagen de las obras del museo Hermitage de San Petesburgo y de la agencia fotográfica Sigma. Tiene una base de datos de 16 millones de imágenes que en el futuro venderá a través de Internet. El contrato que utiliza tiene, según Gutiérrez, aspectos ilegales, ya que incluye un falso "derecho de transformación" consistente en afirmar que las imágenes se transforman al digitalizarse, por lo que dejan de ser del autor y sus derechos pasan a Corbis. "Es como si una discográfica que graba el Concierto de Aranjuez pretendiera que, por estar en soporte de disco, los derechos de la obra fueran suyos y no de Joaquín Rodrigo", afirma Gutiérrez.

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