Barcelona rinde homenaje a Jerzy Grotowski al año de su muerte
Jerzy Grotowski (Rzeszow, Polonia, 1923-Pontedera, Italia, 1999), fundador del Teatro Laboratorium, está considerado uno de los grandes reformadores del teatro de este siglo y uno de sus mayores teóricos. A poco más de un año de su muerte, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) ha acogido esta semana un homenaje a este director, organizado por el Consulado de Polonia con la colaboración del Institut del Teatre. En el homenaje organizado en memoria de Grotowski participó Ludwik Flaszen, tenido por el colaborador más próximo de Grotowski, y se proyectaron documentales sobre el director y filmaciones de sus obras, como Akropolis y El príncipe Constante.
"La historia del Teatro Laboratorium fue una historia de encuentros, Grotowski fue un gran maestro en juntar a gente", rememoró Flaszen. Entre el material proyectado destacó el documental realizado en 1979 con motivo del 20º aniversario del Teatro Laboratorium, una producción de la televisión polaca que permitió literalmente viajar en el tiempo: largos planos en blanco y negro de un Grotowski aún sin canas, con su barba de revolucionario cubano, sus gafas de culo de botella y un eterno cigarrillo en la mano mientras explica sus teorías teatrales.
Silencio
A los jóvenes espectadores del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona todo aquello parecía sonarles a muy antiguo. Pero se produjo un silencio asombrado cuando el documental mostró una impresionante sesión de trabajo corporal de Ryszard Cieslak, el actor emblemático de Grotowski fallecido en 1990. O cuando pudo verse El príncipe Constante -basado en Calderón- rodado en el piso de Wroclaw donde estaba el Teatro Laboratorium, y en el que el mismo Cieslak se retuerce y gime en un suplicio de plasticidad laocontiana.
