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Haider se reúne con sus ministros para elaborar un plan de gobierno

Sin pertenecer al Gobierno, el líder ultraderechista del Partido Liberal (FPÖ), Jörg Haider, reunió a todos sus ministros en Klagenfurt, capital de Carintia, el Estado federado que preside, para elaborar, a puerta cerrada en una sola jornada, un programa de 100 días para gobernar Austria.Haider y la vicecanciller, Susanne Riess-Passer, anunciaron que se pondrán de inmediato manos a la obra para comenzar a reformar, ante todo, el aparato administrativo. Haider atacó el pacto obrero-patronal, sólida institución sobre la que se basa la estabilidad social de Austria. Dijo que, en el futuro, el pacto obrero-patronal dejará de ejercer su política de Gobierno en la sombra.

Los ministros prescindirán de ahora en adelante de la tradicional costumbre de plantear los programas a los representantes sindicales para encontrar consenso antes de ponerlos en marcha.

El ministro de Finanzas, Karl-Heinz Grasser, considera "muy dramática" la situación del presupuesto estatal e indicó que Austria es el último de la fila en lo que se refiere a estabilidad y criterios de Maastricht. El déficit este año será "muy, muy alto", dijo sin citar cifra alguna.

La vicecanciller, Riess-Passer, mencionó como positiva la reacción de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, al nuevo Gobierno austriaco -Albright elogió el programa de Gobierno pero expresó sus reticencias- y se mostró optimista en espera de un acercamiento a la oposición parlamentaria -de socialdemócratas y verdes- sobre temas técnicos. Según su opinión, actualmente los socialdemócratas se encuentran "bajo estado de choque" por haber perdido el poder.

Cooperación con la UE

La ministra de Asuntos Sociales, Elisabeth Sickl, se dispone a acabar con el seguro de cobertura total para la asistencia médica, y el ministro de Defensa, Herbert Scheibner, quiere acelerar la compra de armamento para el Ejército. Scheibner recalcó la voluntad del nuevo Gobierno de "iniciar lo antes posible una cooperación con la Unión Europea Occidental y la OTAN".

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Mientras tanto, en Viena se cuestiona el propósito del nuevo Gobierno austriaco de indemnizar a los trabajadores forzados del nazismo. El socialdemócrata Heinz Fischer, presidente del Parlamento, criticó que en la declaración de Gobierno se incluya en el plan de indemnización de víctimas del nacionalsocialismo a otros grupos de población germanohablante que padecieron represalias después de finalizar el régimen nazi. La inclusión de estos grupos retrasa la indemnización de los esclavos del nazismo, dicen los críticos.

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