El cáncer afectará a 20 millones de personas cada año hasta 2020

Entre el año 2000 y el 2020 habrá en el mundo, según estimaciones de la cumbre sobre el cáncer clausurada ayer en París, "20 millones anuales más de enfermos, y diez millones de muertos". Los especialistas explican en parte esas cifras por el envejecimiento de la población y la consiguiente posibilidad de contraer la enfermedad.La cumbre ha reunido a 160 representantes gubernamentales, además de oncólogos, enfermos y personalidades. Entre sus logros, está haber redactado los diez puntos de una carta o manifiesto contra la enfermedad. Entre los principales aspectos del documento figura la necesidad de "redefinir de manera indiscutible la enfermedad como una patología biológica potencialmente curable, y no como una condición social".

Asimismo, la carta pone de relieve que "los pacientes deben recibir una información completa de los riesgos y ventajas que conlleva cada tratamiento antes de emprenderlo". También se resalta que es imperativo "mejorar la calidad de las condiciones de vida de aquéllos que luchan contra el cáncer".

Hillary Clinton, que se dirigió a la cumbre en una videoconferencia, dijo que "el cáncer es una enfermedad mundial que necesita de soluciones mundiales". De acuerdo con ese planteamiento, los conferenciantes han exigido presupuestos más generosos y adaptar las soluciones a cada contexto.

"En África la prioridad se centrará en cuestiones de higiene y de vacuna contra la hepatitis", explica el oncólogo David Khayat, mientras que "en otros lugares hay que conseguir fabricar nuevos medicamentos, sea cual sea su precio".

El manifiesto reclama que se haga "todo lo necesario para mejorar la financiación gubernamental e industrial dedicada a la investigación fundamental".

Para el especialista Derek Yach, "la comunidad mundial no debe concentrarse tan sólo en la lucha contra la enfermedades contagiosas, sino que también debe preocuparse por la que está convirtiéndose en la mayor epidemia que jamás ha conocido el mundo: el cáncer". En esas palabras queda reflejado el temor a que el sida absorba parte de los recursos a que aspira la lucha contra el cáncer.