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Detenidos cien internautas de 16 provincias por una estafa informática El fraude consiste en conectarse a Internet a través de una línea 900

Unos cien internautas de 16 provincias, en su mayoría estudiantes de Telecomunicaciones e Informática, fueron detenidos ayer por la Guardia Civil en la Operación Milenium. Los sospechosos han sido acusados de un delito de estafa continuada. El presunto fraude consistía en conectarse a Internet a través de los números 900 de atención al cliente que ofrecían las empresas Microsoft, Novartis y Toshiba. La Guardia Civil hizo coincidir la operación con las jornadas sobre Delitos Cibernéticos, que se celebra hoy en Madrid.

La Operación Milenium, desarrollada con sigilo por la Guardia Civil, tenía como objetivo un numeroso grupo de internautas que cometía fraudes telefónicos a través de Internet. Las detenciones se han practicado en 16 provincias, entre ellas Sevilla, Málaga, Alicante, Madrid, Barcelona y Murcia, y pueden alcanzar el centenar, según fuentes de la Guardia Civil, que se negó a dar más detalles hasta hoy, coincidiendo con unas jornadas sobre Delitos Cibernéticos.Los detenidos son en su mayoría estudiantes de Telecomunicaciones y de Informática. En Manresa fue detenido también el padre de uno de los acusados, ya que era el titular del teléfono.

La denuncia, que supuestamente ha sido presentada por las empresas Microsoft, Toshiba y Novartis, se basa en el uso del número 900, de atención al cliente, para conectarse a Internet gratuitamente. Este tipo de práctica se denomina phreaking (conocimiento exhaustivo del sistema telefónico) y es parte indisoluble del hacking o pirateo. La línea 900 de una empresa se descubre con un escaneo de teléfonos para encontrar módems. Luego hay que buscar a uno de los usuarios de este servicio para conseguir su contraseña. Al ser el teléfono gratuito, el usuario engañado no lo sabe ni lo sufre. Otras fórmulas incluyen crear cuentas legítimas en la empresa con datos bancarios falsos.

El número descubierto se suele utilizar durante un tiempo, como si llamase al nodo más próximo de Infovía, hasta que encuentra otro o, por su poca discreción, empieza a usarlo cada vez más gente. El número pronto corre por los chats de Internet y, cuando la factura es considerable, la empresa descubre el fraude telefónico.

Según personas relacionadas con los detenidos, la Guardia Civil monitorizaba los números de todos los que llamaban a estos teléfonos, especialmente los que acumulaban muchas horas. Ha sido una operacion masiva, de coordinación entre empresas, ya que la mayoria de los acusados lo son por usar varios teléfonos.

El abogado Carlos Sánchez Almeida, que defenderá a buena parte de los detenidos, ha asegurado que esto no es más que una "operación de imagen" de la Guardia Civil de cara a las jornadas que celebran hoy sobre delitos cibernéticos. Según el defensor, la pena por este tipo de defraudación es de 3 a 12 meses de multa.

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