Estrellas y erizos de mar delatores
La presencia de distintas poblaciones de estrellas y erizos marinos sirve para medir el grado de contaminación, o de pureza, de las aguas del litoral. Utilizarlos, por tanto, como bioindicadores es el objeto de un trabajo científico realizado por tres chicas malagueñas, estudiantes de BUP, que acaba de ser distinguido con el Premio Stockholme Junior Water Price.Rosa Lozano, Rocío Ruiz y Elisabeth Pozo comenzaron hace dos años el trabajo en el colegio Maravillas de Benalmádena bajo la coordinación del responsable del departamento de biología, Miguel Conesa. Analizaron 17 puntos en las costas del mar de Alborán y catalogaron las especies de fauna y flora marina presentes en estas zonas.
Lo primero que observaron fue una gran población de ciertas especies de equinodermos (erizos y estrellas de mar) en unas áreas, frente a la ausencia total en otras que, sin embargo, mantenían mayor diversidad biológica. Lo segundo fue que "en algunas zonas donde todas las rocas están repletas de erizos negros, donde la basura flota en el agua y donde las arenas están llenas de todo tipo de desechos, una preciosa bandera azul (distintivo de calidad concedido por una fundación internacional) ondea sin rubor", describen.
El informe hace constar que los márgenes de contaminación bacteriana (por los vertidos fecales) aceptados para la concesión de las banderas azules probablemente "son los adecuados" para evitar infecciones a los bañistas. Pero no libran a las aguas costeras de una acumulación de nitrógeno. Con ello, el fondo marino se destruye. Desaparecen decenas de especies que han convivido durante siglos en perfecto equilibrio ecológico.
El proceso es el siguiente: la acumulación de nitrógeno provocada por vertidos fecales hace proliferar un tipo de algas que cubren las rocas. Cuando los erizos negros encuentran esta abundancia de algas, también aumentan su población, cubriendo las rocas hasta dejarlas sin materia orgánica. Al final desaparecen los erizos dejando la zona desierta de vida.
Por el contrario, otros equinodermos sólo pueden avistarse en aguas limpias y de gran diversidad biológica. La conclusión es que estas especies son excelentes bioindicadores de la calidad de las aguas. Y por esta razón, las autoras de la investigación han propuesto unos nuevos distintivos para garantizar que unas zonas están en buenas condiciones o, por el contrario, para que algunos municipios se pongan las pilas en la conservación de sus playas.
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