_
_
_
_

Tusquets celebra sus 30 años con un recital poético de 30 escritores

Editorial Tusquets eligió un buen día y un escenario perfecto para celebrar sus 30 años de existencia. El día: el 21 de junio, la fecha mágica del solsticio de verano. El escenario: los jardines de su lujosa mansión de la parte alta de Barcelona. En un pedestal mínimo, flanqueado de árboles y frente a un estanque con peces de colores, una treintena de poetas dejaron caer sus poemas ante un público receptivo, que supo apreciar la apuesta cultural de la velada. Para empezar, la editora Beatriz de Moura mostró al sorprendido público la grapadora que ha estado usando desde 1969, año de la creación de la editorial. Lejos de fetichismos, sin embargo, confesó que "el catálogo de Tusquets es el único testimonio de nuestra historia". Luego vinieron los agradecimientos, a todos los que han colaborado, a los lectores y en especial a los autores. "Ellos dan vida al catálogo y nos dan aliento", afirmó. Había muchos autores. De la casa, como Almudena Grandes, Juan Miñana, Javier Cercas y Antonio Colinas, y de otras casas, como Juan Marsé, Juan González, Enrique Vila-Matas y un largo etcétera. También había editores amigos, como Jorge Herralde, cuya editorial, Anagrama, también cumple 30 años, y gente diversa del mundo de las letras. El recital, bajo la dirección de Toni Marí, siguió un riguroso orden alfabético, de Mercedes Abad a Jorge Wagensberg.

Espronceda y Quevedo

Abad abrió el fuego recitando La canción del pirata de Espronceda y se fueron sucediendo poetas, novelistas y ensayistas. Algunos leían textos propios, otros preferían los ajenos. Antes de recitar, todos cumplían con el ritual de decir su nombre, con algunas excepciones. Luis García Montero, por ejemplo, se permitió trastocar su personalidad con la de Francisco de Quevedo y leyó un poema de éste, el que acaba "polvo serán, mas polvo enamorado". Después de Ángel González intervino Almudena Grandes, que leyó un poema de García Montero. En fin, que con pequeñas alteraciones se fue cumpliendo lo previsto, bajo la "rígida ley de los tres minutos por cabeza" fijada por Beatriz de Moura para evitar que se alargara la velada. Mientras la poesía se esparcía por el jardín, el servicio de bar continuaba imparable. Lo había advertido la editora: "Es sabido que Baco y las musas suelen hacer buenas migas". Después, terminado el festín de la poesía, siguió la cena. Beatriz de Moura se manifestaba ayer satisfecha de los 30 años vividos y del buen momento que atraviesa la editorial. "Cumplir 30 años con una novela tan buena como Una mujer difícil, de John Irving, es fabuloso", decía. Y en el catálogo y en la memoria queda el rastro de nombres como Almudena Grandes, Héctor Bianciotti, Mercedes Abad, Marguérite Duras, Milan Kundera, Javier Cercas, Cristina Fernández Cubas, Jorge Wagensberg y un largo etcétera que garantiza el presente y el futuro de Tusquets, que, tras separarse del Grupo Planeta y aliarse con RBA, mira el futuro con un optimismo que sus editores basan en las 212 páginas de su catálogo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_