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ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO

Schröder, dispuesto a utilizar la derrota para impulsar las reformas económicas en Alemania

Pilar Bonet

El electorado alemán se dejó guiar por los asuntos económicos y de política interior y castigó al Partido Socialdemócrata (SPD), el eje de la coalición gubernamental, con el peor resultado de su historia en las elecciones europeas. Adelantándose a sus críticos, el canciller, Gerhard Schröder, aceptó la derrota interpretándola como una advertencia que, según dijo, obligará al Gobierno a ser tan entusiasta en la reforma económica y fiscal como en la política europea.

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El paro y los impuestos han sido los asuntos determinantes para los alemanes a la hora de votar, según los análisis de las principales cadenas de televisión. Mientras el desempleo era la cuestión clave para un 72% del electorado, Kosovo sólo lo fue para un 21%. La participación electoral fue muy baja (un 44%), lo que, según Schröder, es una prueba de que Europa no ha entrado todavía en "las cabezas y en los corazones" de los alemanes. Según las estimaciones de voto disponibles anoche, la CDU-CSU obtuvo un récord histórico del 48,3% (en las europeas de 1994 logró un 38,8%, y en las últimas parlamentarias, un 35,1%), mientras el SPD obtenía el 31% (por debajo del 32,2 %, que había sido su peor resultado histórico en 1994), y Los Verdes, un 6,7%, lo mismo que obtuvieron en las elecciones legislativas.

Para los liberales del FDP, el partido de un europeo de la talla de Hans Dietrich Genscher, se plantea ya una cuestión de supervivencia, pues por segunda vez consecutiva no lograban situarse en el Parlamento Europeo. Su resultado fue de un 3% de los votos y sus líderes aparecían ayer nerviosos y desmoralizados.

El PDS (la izquierda ex comunista de la RDA), en cambio, ingresa por primera vez en el Parlamento Europeo, con un 5,7% de los votos, tras confirmar su sólida posición en el este de Alemania, donde, con un 23,6% de los votos, se situaron inmediatamente por debajo del SPD, que obtuvo un 23,9% en el territorio que constituyó la RDA. Entre todos los partidos del espectro representado en el Bundestag, el PDS ha sido el único que ha rechazado la participación alemana en la guerra contra Yugoslavia.

"Lo hemos entendido", señaló el canciller, refiriéndose al mensaje del electorado. Según Schröder, los ciudadanos quieren que el Gobierno haga por fin la reforma económica que ha prometido, y eso sucederá el 30 de junio, cuando el Parlamento (Bundestag) aborde el nuevo paquete de reformas preparado por el ministro de Hacienda, Hans Eichel.

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El canciller indicó que ha llegado la hora de poner en práctica con vigor la política de modernización, que lanzó de nuevo recientemente en el manifiesto conjunto con el primer ministro británico, Tony Blair. El manifiesto, que ha sido muy elogiado por sectores empresariales, ha chocado con oposición en algunos círculos del SPD.

Aunque Schröder supo reaccionar con aplomo, el ambiente en el SPD era de decepción, tanto más cuando los resultados en las elecciones municipales que se celebraban en varios länder alemanes indicaban una pérdida de posiciones del SPD. El cabeza de lista del SPD en las elecciones europeas, Klaus Hänsch, reconoció el fracaso a la hora de interesar a los electores por los temas europeos y superar el extendido desinterés por la política europea. En la CDU, en cambio, el ambiente no podía ser más eufórico.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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