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La transgresión en una comunidad rural estalla en el filme "Los herederos"

La película, que se estrena hoy, logró la Espiga de Plata en el Festival de Valladolid

Elsa Fernández-Santos

Los herederos es, según su director, el austriaco Stefan Ruzowtzy, "un western alpino, una historia sobre los problemas que desata la tierra". El filme, que se estrena hoy en España y que logró el pasado mes de octubre la Espiga de Plata del Festival de Valladolid, relata la toma de conciencia de un grupo de campesinos que en los años treinta, y tras heredar las tierras de su amo asesinado, viven el lento acorralamiento de sus vecinos granjeros.

Interpretada por actores en su mayoría desconocidos y por algunos que ni siquiera son profesionales, Los herederos es, según uno de sus intérpretes principales, el actor Simon Scwarz (que la semana pasada visitó Madrid), "un filme atípico dentro de la industria austriaca". "En Austria", continúa el actor, "se producen al año una media de seis películas y la mayoría suelen ser lo que se llama comedias de cabaré político, algunas tienen muchísimo éxito, mucho más que la mayoría de las películas americanas. Pero Los herederos, que desde el verano pasado sigue allí en cartel, nace de una historia real y muy violenta que se aleja del cine habitual de nuestro país. En un principio el director quiso suavizar el contenido, pero a medida que avanzaba el rodaje se dio cuenta de que no podía rebajar el tono violento y oscuro de la historia".

Para Schwarz, el director no sólo tuvo "el coraje" por su decisión de contar una historia real y alejada de la visión tópica de su país, sino también por el reparto. "Todos somos actores de teatro. Algunos, como Sophie Rois, son muy conocidos en el teatro berlinés. El filme no respeta el dialecto al que pertenece el lugar donde ocurrieron los hechos y donde se sitúa la historia. El director prefirió un buen reparto a que todos hablaran igual".

"Lo tenía claro, no iba a renunciar a actores de gran talento para trabajar con unos expertos en dicción", ha señalado el director del filme. Un cineasta de 37 años que ha llenado de colores las casas de sus campesinos ("los colores armoniosos sólo existen en el irreal mundo rural de los habitantes de las ciudades") y que también ha dicho: "Estudié historia y sé que nada puede reconstruirse al 100%. Para mí, un punto de vista subjetivo y actualizado es mucho más sincero y auténtico". Ruzowitzky asegura que no le interesan "las historias de sangre asociadas a la tierra", sino "la tradición de la saga alpina, pero con emociones fuertes, drama y pasión".

Carrera de festivales

"Los herederos es una película que se pudo estrenar y que ha sobrevivido gracias a los festivales de cine", explicó en Madrid el actor Simon Schwarz. Antes de Valladolid, el filme ya había logrado ser la mejor película en el Festival de Postdam de 1998, la mejor película extranjera en el Festival de Lauderdale de 1998 y la mejor película Europea en el Festival de Denver de 1998. Los herederos, que añade al conflicto social que plantea una fuerte carga erótica entre sus personajes, es una película que, según su actor, parte "del odio". "El odio y el amor son los elementos fundamentales de cualquier verdadero drama operístico. Son los elementos imprescindibles de cualquier buena historia".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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