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13 escultores españoles se sitúan en un "nuevo clasicismo"

Una exposición selecciona piezas de los últimos 20 años

Un total de 13 escultores españoles de la generación intermedia, con edades entre 40 y 50 años, han sido seleccionados por el profesor Miguel Cereceda para formar la exposición Hacia un nuevo clasicismo: 20 años de escultura española. Las piezas ocupan varios espacios del Círculo de Bellas Artes de Madrid (Marqués de Casa Riera, 2), donde permanecerán hasta el 8 de mayo, para viajar a Alicante y Valencia.

Un conjunto de escultores conocidos por su vinculación a corrientes conceptuales, minimalistas o expresionistas han sido incluidos en un nuevo clasicismo por el comisario Miguel Cereceda, en una exposición organizada por el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la Fundación Eduardo Capa de Alicante y el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El montaje viajará después al castillo de Santa Bárbara de Alicante, sede de la Fundación Capa, y al Museo de las Atarazanas de Valencia. Miguel Cereceda se ha puesto de acuerdo con los artistas para escoger de cada uno dos o tres piezas, o una instalación, que sean representativas de su trabajo en la escultura de los últimos 20 años. Algunas piezas pertenecen a los propios escultores, otras son de museos o colecciones y algunos encargos. Cereceda defendió ayer el concepto de nuevo clasicismo con algunas notas históricas desde que se identifica el clasicismo con la escultura en el sigloXVIII y evita una evolución semejante a la pintura del siglo siguiente.

Contención del gesto

En la escultura española contemporánea, Cereceda encuentra un nuevo clasicismo en "la contención del gesto", en unos artistas que "juegan a evocar cosas, sugieren, pero no se expresan con rotundidad". Otras características de estos artistas son el trabajo de "gran madurez y experimentado", el dominio artístico, la trayectoria de prestigio internacional y "el reconocimiento de la propia cultura española".

El montaje se inicia en la planta baja del Círculo de Bellas Artes con dos grandes piezas de madera de Francisco Leiro, que han viajado desde Nueva York, y dan acceso a una sala donde figuran instalaciones de Sergi Aguilar, Pello Irazu y Juan Muñoz y una gran mesa de hierro de Susana Solano. En la sala Minerva está la ciudad centinela de Miquel Navarro, a la que se llega tras un torso de Gerardo Sigler.

En la sala superior figuran una instalación de Fernando Sinaga, sobre el espejo y la reflexión, y piezas de contenido musical de Carlos Pazos, para seguir por una pared de Cristina Iglesias, sobre interior-exterior, y de Pep Durán, en torno al cuerpo y la memoria. Nacho Criado ha realizado La herida alpina, de hierro y cristal, dentro de su proyecto sobre la arquitectura de Bruno Taut. Eva Lootz construye su Noche decían con piezas de mármol blanco y hielo seco, que al evaporarse deja la huella del número ocho, en una relación lingüística con la palabra noche.

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