Jorge Galindo juega en sus cuadros con la irrealidad de la estética animal
El pintor expone en el Reina Sofía imágenes blandas y pornografía
El pintor Jorge Galindo (Madrid, 1965) presenta en el Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid, hasta el 11 de abril, la exposición Pintura animal, una selección de una serie de grandes cuadros en los que mezcla imágenes de consumo blandas y pornografía. Cada uno de los siete cuadros contiene tres planos artísticos: un soporte de manta y tela de guata, unos elementos figurativos sacados de calendarios de los años sesenta y unos gestos de pintura abstracta. "Lo importante es la extrañeza de la imagen que se crea", declara el pintor.
"Son cuadros arrebatados, que suelen doler un poco a los ojos", declaró el comisario de la exposición, Rafael Doctor, y coordinador del Espacio Uno, las salas que dedica el Museo Nacional Reina Sofía a las propuestas de artistas jóvenes. En las 11 exposiciones anteriores han dominado las de fotografía, y sólo Marina Núñez ha compartido la pintura con Galindo. Jorge Galindo forma parte de la última generación de la pintura abstracta española, con recientes exposiciones en Madrid (galería Soledad Lorenzo) y Nueva York.Jorge Galindo ha realizado la serie Pintura animal a partir de elementos de la última exposición, donde trabajaba imágenes alteradas de montajes fotográficos con un soporte de temas y mantas. Según explicó en la presentación de la muestra, junto con las imágenes de fotomontaje está interesado en los materiales que servirán de fondos de los cuadros, de manta y tela de guata, sobre los que aplica óleo o acrílico en las imágenes figurativas y abstractas. "Soy pintor abstracto y no me gusta pintar sobre el soporte en blanco".
"Juego con la mezcla de partes del cuerpo humano y animales. Me atrae la irrealidad de los animales de calendario, esas imágenes de perros y pájaros de los años sesenta y setenta, tanto en el color como en la forma que parecen disecados, lo que cambia la naturaleza del animal. Siempre me ha gustado la pintura animalística, como esos cuadros del Prado de holandeses y flamencos, con animales haciendo actos como humanos".
Para el artista, lo importante es "la extrañeza de la imagen que se crea" a partir del juego de superponer las imágenes irreales de estos animales y otras pornográficas con algunas parte del cuerpo humano, como pies, ojos y pechos. "De esta forma se llega a una abstracción diferente, a un cuadro raro, con figuración de un pintor abstracto".
El pintor, que celebra exposiciones en España y el extranjero, tiene obra en los fondos del Instituto Valenciano de Arte Moderno y el Museo Marugame Hirai de Arte Español Contemporáneo, en Japón, y en las colecciones de la Comunidad de Madrid, Telefónica y el Banco de Bruselas.
El comisario, Rafael Doctor, califica de "trabajo radical" la serie presentada por Jorge Galindo, tras una evolución desde sus primeras exposiciones a finales de los años ochenta. El artista parte de la reflexión sobre el exceso iconográfico, según Doctor, y lo plasma en grandes telas de arpilleras, lonas, toallas o retales. Hasta ahora utilizaba collages de imágenes fotográficas impresas, pero en esta última serie han sido sustituidas por pinturas figurativas.
"Lo dulce visto y no pensado, y lo bruto representado y vivido, se conjugan en grandes cuadros abstractos creando unas obras de absoluta violencia contemplativa", según Rafael Doctor.
La serie de Pintura animal significa, para el comisario, "un ataque duro e intenso contra la decoración y la falsa apreciación de la pintura abstracta", con imágenes habituales que tienen una "relectura absoluta".
Babelia
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