Con ternura y humor
Carles Alberola es autor de prestigio en la Comunidad Valenciana: le han comparado con Woody Allen en algunas críticas (María José Ragué). Yo le veo más bien como un continuador del teatro de evasión, con su ternura, su poesía y su humor: el teatro que hacían los mejores autores del género en la época de Franco, siguiendo a su vez a Alejandro Casona.Esta obrita, Mandíbula afilada, tiene dos planos, o breves actos: en el primero, el protagonista sueña con la aparición de la mujer a la que ama durante toda su vida (no muy larga) y que se va a casar con otro; va a ofrecerse a él, a abandonarlo todo para seguirle donde sea. Cuando va a pasar allí mismo, suena el timbre y es otra vez la misma mujer, que llega en la realidad y le pide, simplemente, que no vaya a su boda, porque molestaría.
Mandíbula afilada
Autor, director y dramaturgia: Carles Alberola. Intérpretes: Cristina Plazas y Carles Alberola. Madrid, Teatro Alfil.
Diálogo vivo
La joven actriz Cristina Plazas está muy bien en el papel de la misma mujer en dos acepciones, y se presta al diálogo vivo y cortado de la obra; y al juego con el personaje tímido, imaginario, enamorado, perdedor. Pero no todo termina mal: el autor actor no quiere quedarse sin, por lo menos, una noche de la damita, y así termina, una hora después de empezar, el cuento escenificado. En teatro sencillo, dulce y algo amargo: un amor persistente que edifica y una forma de humor para llenar el fracaso.Tuvieron muy buen público en el estreno, y aplaudieron a la pareja, y hubo hasta gritos de entusiasmo.