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Muere César, el escultor de la chatarra

El artista francés fue pionero en el uso de los residuos industriales como material

César Baldaccini, conocido como César, murió en París en la madrugada del lunes, a los 77 años. Hijo de un emigrante italiano casado en Marsella con una francesa, César abandonó los estudios a los 12 años y comenzó a trabajar con su padre. Luego marchó a París y se ganó la vida como monitor de una escuela de conducción. Pero fue en 1950 cuando aprendió a soldar en casa del carrocero que le empleaba, iniciando así, con el soplete en la mano, su particular visión de la escultura.

César se lanzó a la tarea de ensamblar toda la chatarra que caía en sus manos, realizando una serie de Venus telúricas, al tiempo que gatos, peces, mosquitos o centauros. Son esculturas de gran tamaño, que parecían innovadoras por estar realizadas con desperdicios industriales. Entre 1958 y 1959, al mismo tiempo que su amigo el artista Arman, acumula objetos que expone en galerías que aceptan ser tratadas como vertederos, y César descubre la poética de la compresión. Con la ayuda de una prensa comprime coches, latas, cajas, muebles, somieres, cacerolas, ceniceros o joyas para crear un nuevo tipo de escultura.Esa transfiguración industrial del objeto, su reivindicación de los residuos, le lleva a ser una de las cabezas visibles de los llamados nuevos realistas, al lado del citado Arman, de Yves Klein o de Jean Tinguely. Las compresiones le convierten en un personaje célebre y le llevan a repetirse mucho, demasiado, según sus detractores.

Luego se embarcará en otro tipo de experimentos: las expansiones -realizadas con espuma de poliuretano- y las huellas, ya sean de un seno de una bailarina de Crazy Horse, ya sean de un pulgar, declinadas en varios materiales y formatos.

Los "césares"

En 1976, como reconocimiento a su popularidad, la industria del cine francesa le encargó la creación de las esculturillas que se iban a entregar a los profesionales ganadores de un premio ideado siguiendo el modelo de los oscars. César realizó para ello una de sus compresiones. Los premios y su estatua se llaman los césares.El escultor francés reivindicaba las influencias de Picasso, Germaine Richier y Brancusi, se declaraba siempre antiintelectual y sólo se quejaba de "no haber tenido un buen marchante" que le diera a conocer en Estados Unidos.

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