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NUTRICIÓN

Ensayos en humanos con leptina muestran que sirve como adelgazante en ciertos casos

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Hace apenas tres años, un fármaco, la leptina, saltó a las primeras páginas de los periódicos al ser capaz de reducir la grasa considerablemente en un experimento hecho con ratones. La pasada semana se presentaron los resultados de los primeros ensayos clínicos en humanos que si bien no presentan al medicamento como una cura infalible contra la obesidad, revelan que es eficaz en algunos casos.Andrew S. Greenberg, que dirige las investigaciones sobre obesidad en la Universidad de Tufts y en el Centro Médico de Nueva Inglaterra en Boston, afirmó: "En dosis adecuadas, provoca pérdida de peso en algunas personas". Greenberg fue el principal autor del estudio presentado la pasada semana en las sesiones científicas anuales de la Asociación Estadounidense para la Diabetes de Chicago.

En la prueba de la primera fase clínica, cuyo principal objetivo es comprobar la seguridad de la leptina, las personas obesas que seguían alguna dieta y recibieron las dosis más altas de leptina perdieron una media de 7,8 kilos en seis meses, una reducción de un 8% del peso.

Según Greenberg, las que seguían una dieta pero recibieron un placebo perdieron una media de sólo 1,8 kilos, una reducción de entre el 1,3% y el 2% aproximadamente, explicó el investigador. Orígenes diversos Pero la leptina no fue eficaz para todo el mundo. De las ocho personas que recibieron la dosis máxima, una no perdió ningún peso y una segunda, de hecho, ganó kilos. Greenberg explicó que la variabilidad era de esperar porque la obesidad tiene muchas causas.

Para el científico, los resultados fueron significativos en dos sentidos. En primer lugar, la pérdida de peso aumentaba conforme se incrementaba la dosis, señal de que el fármaco es eficaz. En segundo lugar, eliminan las dudas generadas sobre si la leptina servía o no para algo.

La leptina es producida por las células adiposas del organismo y, al parecer, ayuda a controlar el peso. Su mecanismo no es otro que el de indicar al cerebro que suprima la sensación de apetito o que queme la grasa corporal acumulada más rápidamente.

El descubrimiento hace tres años de la leptina y del gen que la produce provocó un revuelo, porque parecía indicar una base genética de la obesidad y una posible nueva terapia. Los ratones que carecían del gen que produce la leptina eran obesos. Además, tanto los ratones obesos como los normales perdían grasa corporal rápidamente cuando se les administraban inyecciones de leptina fabricada mediante ingeniería genética.

La compañía Amgen compró las patentes a la Universidad Rockefeller de Nueva York, donde se hizo el descubrimiento inicial. Poción mágica Pero las esperanzas de que la leptina fuese una poción mágica contra la grasa se empañaron cuando posteriores investigaciones demostraron que las personas obesas tenían de hecho niveles de leptina más elevados que otras. Esto indicaba que el problema real no es la falta de leptina, sino la incapacidad del organismo para utilizarla. En ese caso, administrar aún más leptina podría ser del todo inútil. Pero el estudio presentado en Chicago indica que la leptina adicional puede ayudar. Como si el hecho de administrar más ayudara a compensar la incapacidad para utilizarla.

Sin embargo, Xavier Pi-Sunyer, profesor de Medicina en la Universidad de Columbia, afirma que la pérdida de peso que se atribuye a la leptina parece sólo equivalente a la de algunos medicamentos para perder peso que ya existen en el mercado. Además, los medicamentos existentes son píldoras, de fácil administración, mientras que la leptina debe ser inyectada diariamente.

Algunos de los pacientes que recibieron la dosis máxima de leptina tuvieron que inyectarse hasta tres veces diarias y desarrollaron irritaciones cutáneas como consecuencia de las inyecciones.

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