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La poesía conquista la Feria del Libro

Más de un centenar de autores firmaron ejemplares a lo largo del fin de semana

La poesía se impuso ayer en la Feria del Libro, en el Parque del Retiro de Madrid. Los escritores Terenci Moix, Manuel Vázquez Montalbán, Ana Rosetti y el actor, director de teatro y dramaturgo Josep Costa, recitaron poemas de Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Allen Ginsberg o Francisco de Quevedo. Fue la puesta de largo de la colección de poesía que a precios populares (395 pesetas el ejemplar) dirige Ana María Moix, para Plaza & Janes. A lo largo del fin de semana, más de un centenar de autores han pasado por la feria y se calcula que unas 400.000 personas la han visitado.

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La batalla fue durísima, pero satisfactoria. La poesía tuvo que luchar con la megafonía del famoso pabellón Multiusos, donde se celebró el encuentro, y con el bullicio de la feria: desde los cantos y música de un grupo de Hare Krishna que pasaban por los alrededores cantando y bailando, a los propios altavoces de la feria voceando sin parar firmas de autores o una confusión inicial de horario.Se anunció el acto para las doce, el salón se llenó, luego se dijo que a la una, se vació y se volvió a llenar. Manuel Vázquez Montalbán tuvo casi que ser secuestrado de la caseta en que firmaba sin parar ejemplares (de César o nada , sobre todo, y de La literatura en la construcción de la sociedad democrática ) y Terenci Moix, para infarto de los componentes de la mesa, llegó corriendo, con media hora de retraso, y se fue a la carrerilla, después de rendir homenaje a Jaime Gil de Biedma. Terenci estuvo en todo momento escoltado por un cortejo de fans a los que había prometido regresar enseguida a su caseta para dedicarles Extraño en el paraíso. Ana María Moix pidió disculpas a los admiradores de ambos escritores. «Espero que no nos maten a la salida». Todo fue para bien y el Multiusos se convirtió en una isla de paz.

Para minorías

Ana Moix, tímida hasta la desesperación, fue muy escueta: «Intentamos demostrar que la poesía no es un género para minorías, que se ha acercado al público en general». La colección de bolsillo apareció en septiembre de 1997 y ha vendido desde entonces más de 200.000 ejemplares. «No hay que hablar de poesía, hay que leerla o escucharla», dijo Moix (Ana). Y así fue.Vázquez Montalbán leyó un fragmento de su libro, repescado en esta colección Coplas a la muerte de mi tía Daniela . Arrancó calurosos aplausos y desapareció como una exhalación. Ana Rosetti empezó con La festividad del dulcísimo nombre, de su libro Devocionario. Josep Costa dio voz a Ginsberg, cuyos Poemas escogidos ha seleccionado y traducido: Aullidos y Kadish .

Excelentes todos los poemas leídos en el recital, pero no todos los escritores demostraron ser buenos rapsodas. Fue Josep Costa quien más emoción logró transmitir y más aplausos cosechó con Kadish (oración fúnebre judía, poema dedicado por Ginsberg a su madre). La colección de Moix (Ana) está muy bien. Algunos de los últimos títulos publicados son una invitación a la lectura y al descubrimiento. Por ejemplo, Una plegaria americana y otros cuentos, de Jim Morrison (Melbourne, Florida, EE UU, 1943-París 1971) del carismático líder del grupo musical de The Doors, símbolo de los rebeldes norteamericanos, que fue encontrado muerto en la bañera de su apartamento de París, a los 28 años, incluye una antología de sus dos libros de poemas, Los señores y Las nuevas criaturas. Una plegaria americana es una compilación de versos de viva voz que se publicaron a título póstumo en forma de disco.

El hundimiento del Titanic, de Hans Magnus Enzensberger es otro de los libros de la colección que no tiene desperdicio. Se trata de un poema épico escrito hace 20 años (publicado antes en España por Anagrama) en el que el escritor alemán, a partir del hundimiento del transatlántico en 1912, ofrece una insólita perspectiva de naufragio ideológico del hombre contemporáneo. La colección de Moix (Ana), que ha publicado libros de Bernardo Atxaga, Julio Cortázar y José Agustín Goytisolo, saca ahora Poemas del Sar , de Rosalía de Castro, con edición de Ana Rodríguez Fischer; El tentetieso, de Joan Brossa, una selección y traducción del original en catalán (El faltamartí ), y Que la vida iba en serio, de Jaime Gil de Biedma, a cargo de la propia Ana Moix.

Es posible que la poesía esté de moda. Antonio Gala vendió el año pasado 100.000 ejemplares de Poemas de amor, en apenas 45 días y fue el «más vendido de la Feria de Madrid» de 1997. Mitos Poesía, de Mondadori, otra colección popular que ha llegado a España precedida de un éxito espectacular, se vende a menos de 400 pesetas, tiene un formato que imita a los discos compactos y llega a los lectores a través de librerías, quioscos y grandes superficies. Los títulos que ofrece recorren todo el repertorio, de García Lorca a Goethe, Pedro Salinas, Stevenson, Rimbaud, Yeats, Juan Ramón Jiménez o Brecht.

Ayer en la feria, al menos en ciertas partes de ella, había un acuerdo unánime: ya no hay excusa para no leer poesía.

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